Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Si las Obras Pontificias no perseveran celosamente en el preservar su dimensión universal católica, se pone en peligro no su propia supervivencia, sino el servicio a todas las iglesias misioneras”: lo ha afirmado esta mañana el Card. Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, durante la apertura de los trabajos de la Asamblea General Anual de las Obras Misionales Pontificias (OMP), que se está celebrando en Roma hasta el Sábado, 10 de mayo (véase Fides 29/4/2014).
En su discurso inaugural, el cardenal ha señalado que “en este primer año de su ministerio pastoral como Obispo de Roma, el Papa Francisco ha dado a la Iglesia un gran impulso misionero” a través de muchos gestos y la publicación de dos documentos importantes, Lumen Fidei y Evangelii Gaudium”. La evangelización en este período de gran cambio social - ha continuado - requiere una Iglesia transformada, una iglesia misionera en salida... porque la acción misionera es el paradigma de todo el trabajo de la Iglesia”.
Así el Cardenal Prefecto se ha centrado en el papel de las OMP en el nuevo escenario eclesiológico, observando cómo, después del Concilio Vaticano II, las OMP “han redefinido su lugar, precisamente para adaptarse al redescubrimiento del protagonismo de las iglesias locales. Ahora ellas están llamadas a dar su contribución concreta, en el crear o hacer madurar en sus iglesias, aunque aún jóvenes, sujetos responsables de la evangelización” .
“En los últimos tiempos – ha continua el Prefecto de la Congregación - es cada vez más interesante la reflexión entre la solicitud del Papa por todas las Iglesias y la cooperación bilateral entre iglesias en el ámbito del apoyo y la ayuda”. Las OMP han sido reconocidas como “Pontificias” en cuanto “el Pastor Supremo conoce y siente más que cualquier otra persona, las urgencias y necesidades de todas y cada una de las iglesias”, pero las OMP “también pertenecen a cada obispos, porque están arraigadas en la vida de las Iglesias particulares. No hay absolutamente ningún nivel o posiciones de honor o autoridad, sino un servicio a la evangelización. Todos somos siervos de la misión – ha dicho el cardenal - . Cada iglesia local debe dejarse atravesar por las necesidades, las aspiraciones, la fe y el amor de todas las demás Iglesias. Cada iglesia que crea afirmar su identidad, en contraposición o ignorando su dimensión católica universal, está destinada a convertirse en una rama seca”.
El Card. Filoni ha señalado que las Obras Pontificias también sufren los efectos de la crisis económica: “Hemos constatado una disminución gradual de las ofertas de los fieles de las Iglesias de antigua fundación, mientras que se registra un aumento moderado de las jóvenes Iglesias de África y de Asia”. Para el Prefecto de la Congregación las causas no son sólo económicos, sino también quizás por un cierto “descontento del pueblo de Dios ante el mundo misionero”. “Es hora de revisar nuestras actividades de animación, que deben hablar a los corazones del pueblo de Dios, mostrando la belleza de la participación en el servicio misionero – ha dicho el cardenal -. La cooperación misionera no puede basarse únicamente en la recogida de ofrendas.
Ellas, las Obras Misionales Pontificias son carismáticas, es decir, tienen su efectividad en el poder del Espíritu Santo. La apropiación de la fe, para donarla, la oración por las misiones y los sacrificios son necesarios para la efectividad de la obra de la evangelización”.
Tras las huellas del apóstol Pablo y de la primera comunidad apostólica, “es necesario salir de nuestras sedes y ir a los suburbios, como dice el Papa Francisco. Es importante estar presentes en las organizaciones diocesanas, parroquias e instituciones y congregaciones religiosas. Hay que llamar a los fieles a participar activamente en la obra de las misiones en los congresos diocesanos y nacionales”, ha exhortado el Cardenal Prefecto, confiando “todo nuestro trabajo a la Reina de las Misiones”. (SL) (Agencia Fides 05/05/2014)
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