Alepo (Agencia Fides) – “En las últimas semanas hemos visto una nueva ola de éxodo de los cristianos de Alepo. Las familias han esperado a que terminase la escuela y luego han hecho el equipaje, han cerrado sus hogares y huido hacia la costa y hacia el Líbano, usando la única vía de comunicación con el extranjero, que todavía es factible. Tal vez regresarán dentro de cuatro meses. O quizás nunca”. Así lo informa a la Agencia Fides el Arzobispo armenio católico de Alepo, Boutros Marayati, añadiendo detalles concretos sobre los efectos del asedio de la ciudad siria por las milicias anti-Assad: “Ahora ha vuelto a funcionar el suministro de agua, que había sido interrumpido durante más de una semana”, dice el Arzobispo, “pero no hay electricidad. Cuando dan el agua interrumpen la electricidad, y al contrario. La ciudad está bajo asedio y las áreas donde están las líneas de la central eléctrica y de abastecimiento de agua están en manos de los rebeldes, que abren y cierran las válvulas para obligar al régimen a negociar. No sabemos cual es el objetivo de estas negociaciones. Estamos con la gente, sufriendo con ellos todo esto, pero no entendemos muy bien lo que está sucediendo a nuestro alrededor”.
Según el arzobispo, las elecciones presidenciales convocadas para el próximo 3 de junio hacen aumentar la sensación de incertidumbre y temor: “Ha comenzado la campaña electoral, pero muchos temen una escalada de violencia, en particular en vista de las elecciones. Puede pasar cualquier cosa”, dice Su Excelencia Mons. Marayati. No calman los ánimos ni siquiera las noticias tranquilizadoras de Homs: “El cerco del ejército gubernamental ha prevalecido sobre los rebeldes, que han evacuado el centro de la ciudad”, dice el Arzobispo armenio católico, “pero luego han entrado en acción bandas de saqueadores que saquean todo lo que encuentran en las casas abandonadas, también en el barrio donde vivían los cristianos”. (GV) (Agencia Fides 19/5/2014).
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