Port Moresby (Agencia Fides) – Urge un esfuerzo conjunto del gobierno y de las iglesias para la protección de la vida, la Iglesia reafirma su oposición al aborto y a la ideología que conecta el desarrollo con el control de la población, confirmando su contribución
“al bien común”: este es el contenido de la “carta abierta” enviada por los obispos de Papua Nueva Guinea a los políticos de la nación.
En el texto de la carta, enviada también a la Agencia Fides por la oficina de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal, se recuerdan las buenas relaciones y la fructífera partenership entre la Iglesia y el Estado en el ámbito de los servicios sociales, la salud y la educación. Siempre fieles al ministerio más importante, que es el anuncio de la Buena Nueva de Jesucristo, los obispos llaman la atención de la colectividad sobre problemas cruciales “para el bienestar espiritual y material de la sociedad”.
Después de haber hablado de la pena de muerte, hoy hablan del aborto y de la protección de la vida por nacer, recordando que la cultura local es tradicionalmente “abierta a la nueva vida” y que el aborto sigue siendo ilegal en Papúa Nueva Guinea, ya que es considerado “repugnante” para la mayoría de la población.
Sin embargo, los líderes políticos, ante las grandes presiones desde dentro y desde fuera, quieren tomar otra vía” señalan. Frente a este peligro, los obispos refieren su preocupación, que también toca “la ideología política que conecta el desarrollo con el control de la población”.
La carta condena las prácticas que van en esta dirección como la de “esterilizar un gran número de mujeres como una forma de reducir el crecimiento demográfico”. Y lanzan una advertencia a los líderes políticos: “¿Habéis pensado bien lo que significa y hacia dónde conduce esta estrategia?”.
La Iglesia recuerda la gran riqueza del país y la gran energía de la población: “Un plan mucho mejor - afirma - sería la de conectar estas dos cosas, nuestra riqueza y el crecimiento de una población vivaz” para lograr la prosperidad, la paz y la justicia para todos. Para ello, sin embargo, concluyen los Obispos, hay que “luchar contra la corrupción y los factores que afectan el desarrollo sostenible”. (PA) (Agencia Fides 22/5/2014)
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