Lahore (Agencia Fides) – Parece dar signos de querer retomar en Pakistán la campaña de sensibilización y de protesta en contra de la ley sobre la blasfemia. La polémica “ley negra” (que consta de tres artículos del Código Penal), que castiga con cadena perpetua y pena de muerte, toda difamación del Islam, del Corán y del Profeta Muhammad. Las voces disidentes de los líderes religiosos, la sociedad civil, de la política, habían sido brutalmente silenciadas con el asesinato de Shahbaz Bhatti, el ministro católico de las minorías y de Salman Taseer, el gobernador musulmán de Punjab, ambos asesinados en 2011 por haber defendido Asia Bibi, una mujer católica acusada injustamente y condenada a muerte por blasfemia. Luego también la parlamentaria Sherry Rehman, que había puesto ante el Parlamento un proyecto de reforma de la ley, había sido seriamente amenazada. Con el nombramiento como embajador de Pakistán ante los EE.UU., Rehman abandonó el país.
Hoy, tres años después de aquellos fuertes momentos de tensión, algunas organizaciones vuelven a pedir abiertamente la derogación de la ley: “Es la raíz de muchos males en Pakistán, de violaciones de los derechos humanos, de violencia y de discriminación. Por eso debe ser abolida”, explica en una entrevista con la Agencia Fides el abogado Mushtaq Gill, director de la Ong cristiana LEAD, que ha lanzado oficialmente una nueva campaña abolicionista. “Aunque nos amenazarán por ello - refiere Gill - queremos despertar la conciencia de la sociedad contra el extremismo”. El P. dominico James P. Channan, director del “Peace Center”, de Lahore, que dice a la Agencia Fides: “La ley ha causado inmenso sufrimiento y muerte de personas inocentes. La política y la sociedad pakistaníes deben recibir una sacudida a la ética y la responsabilidad. Cambiar la ley es esencial para la justicia y el estado de derecho en la nación”.
En los últimos días, el ex presidente del país, Ali Zardari también ha pedido “una revisión de la legislación aprobada durante la dictadura de Zia-ul-Haq”, y entre estas medidas la de la blasfemia. A nivel popular, en las últimas semanas un gran número de cristianos, musulmanes e hindúes han llevado a cabo una concentración pacífica en Lahore contra el abuso de las leyes contra la blasfemia en el país. Entre los manifestantes, algunos representantes del partido “Pakistan Tehreek-e-Insaf” (PTI), han recordado cómo, en la mayoría de los casos, las condenas por blasfemia afectan a personas inocentes. El evento ha criticado la falta de acción del gobierno de laPakistan Muslim League-Nawaz (PML-N ), que no hace lo suficiente para proteger a los ciudadanos acusados, sobre todo si son miembros de las minorías religiosas.
A nivel internacional, la semana pasada el primer ministro paquistaní Nawaz Sharif, en una visita a Londres, se reunió con el primer ministro británico, David Cameron, quien saco el tema de la cuestión de la blasfemia, que es perjudicial para la reputación internacional de Pakistán.
Según datos oficiales, en los últimos 15 años en Pakistán 1.274 personas han sido acusadas en virtud de la ley sobre la blasfemia, mientras que sólo 9 casos fueron reportados entre 1929 y 1982. Como refiere el último informe de la Comisión internacional Usa para la Libertad Religiosa (USCIRF), en Pakistán en la actualidad hay 14 personas condenadas a muerte y 19 condenadas a cadena perpetua por motivos de blasfemia (PA) (Agencia Fides 5/5/2014)
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