Nabek (Agencia Fides) – Los monjes y monjas de la comunidad monástica de Khalil Allah de Deir Mar Musa - fundada por el jesuita romano Paolo Dall'Oglio, que fue secuestrado por unos desconocidos a finales de julio - ha publicado una carta de Navidad en la que cuenta a amigos y conocidos los sentimientos y las obras que marcan su camino hacia la fiesta que celebra el nacimiento de Jesús en Belén. En la carta, enviada a la Agencia Fides, también se da información sobre las iniciativas puestas en marcha en el último año por los miembros de la Comunidad con respecto a la dinámica y las consecuencias del conflicto en Siria. En particular, de da testimonio de la obra del hermano Jacques, que opera en la ciudad de Qaryatayn, donde “dedica todo su tiempo a acoger a las familias de refugiados que llegan al monasterio de Mar Elián en busca de ayuda y protección”. Los refugiados llegados a Mar Elián desde la misma ciudad de Qaryatayn - dice la carta - en los últimos meses han sido más de cinco mil, con una mayoría musulmana: “Dormían como los scout, por todas partes, en los salones de la iglesia e incluso en los tejados con el frío. Damos gracias al Señor de que su huida se ha producido en primavera y no en invierno”. Los refugiados alojados en Mar Elián desde las aldeas cercanas son actualmente 450, con 97 niños menores de 10 años. “En Qaryatayn”, dicen los monjes y monjas de Deir Mar Musa, “la situación actual es buena, la ciudad está tranquila y casi estable, mientras que los pueblos cercanos siguen sufriendo”. Han salvado la ciudad de la destrucción “los esfuerzos del hermano Jacques junto con el Mufti de la ciudad y algunas personas respetables entre los musulmanes”, que la han preservado de la batalla que estaba a punto de desencadenarse en la zona. “De hecho, se organizó una tregua”, dice la carta, “que produjo una solución local entre las dos partes en conflicto y aseguró la paz en la ciudad, así como la preparación del terreno para una futura reconciliación más profunda”. Entre los frutos concretos de la cooperación amistosa entre los musulmanes y los cristianos de Qaryatayn, la carta también habla de la creación de “un campo (tipo oratorio) para los niños de la ciudad, musulmanes y cristianos, organizado en Mar Elián con la ayuda de algunos amigos de Damasco”. Pero los monjes y monjas de Deir Mar Musa expresan su ansiedad por “el destino de nuestro fundador, el Padre Paolo. No tenemos ninguna noticia cierta de su desaparición”, dice la carta: “No sabemos a quién preguntar ni a quién recurrir en busca de ayuda. Pero sabemos que podemos confiar en el Buen Dios, Clemente y Misericordioso, y las oraciones de tantas personas de buena voluntad en el mundo, de diferentes religiones y naciones por nuestro querido hermano y maestro”. (GV) (Agencia Fides 9/12/2013).
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