Hanoi (Agencia Fides) – El ejemplo de los Santos Andrés Dung-Lac, sacerdote, y de sus 126 compañeros mártires, ha sido recordado esta mañana a los sacerdotes de la región de Hanoi, por el cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, en el encuentro que ha tenido con ellos: “Como sacerdotes y dirigentes de estas vuestras Iglesias de Vietnam, estáis llamados a ser 'sal y luz' en esta sociedad. Imitad a vuestros antepasados antepasados, heroicos mártires y sed dignos de ser sus sucesores”.
Luego el Cardenal ha subrayado que el tema de la evangelización sigue siendo relevante, y que la exhortación apostólica Evangelii Gaudium “debería ser el punto de referencia para la Iglesia de Vietnam, llamada al mismo tiempo a un camino de conversión y un compromiso fuerte de evangelización”.
En su discurso, el Prefecto del Dicasterio Misionero ha hablado en primer lugar de la vida espiritual, porque “el sacerdocio no es un trabajo o un empleo burocrático que se puede realizar por un tiempo y ya esta. El sacerdocio es 'una forma de vida' y no un trabajo... Para vivir plenamente la identidad sacerdotal, la vida espiritual del sacerdote debe unirse a la oración, a la escucha de la Palabra de Dios”. Después ha reafirmado la importancia del celibato sacerdotal, con el apoyo de una relación fraternal con los demás sacerdotes y con el propio Obispo, “padre y cabeza de nuestra iglesia local”.
Por último, se ha detenido ha comentar la vida pastoral: “Para dedicar toda la vida y todas las fuerzas al servicio de la Iglesia, necesitamos la caridad pastoral de Jesús, que dio su vida por su rebaño. Tenemos que imitar a Jesús en su auto-donación y en su servicio... El objeto privilegiado de la caridad pastoral son los pobres, los marginados, los jóvenes, los enfermos, los pecadores y los no creyentes. En las grandes ciudades, también debemos prestar atención a los inmigrantes y a los 'esclavos' de hoy”. (SL) (Agencia Fides 20/1/2015)
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