Zamboanga (Agencia Fides) – “Sabemos lo mucho que sufrís, queridos amigos musulmanes, al ver el terrorismo practicado en diferentes partes del mundo en nombre del Islam y en nombre de Allah. Ahora mismo tengo en mi mente y en mi corazón a muchos amigos musulmanes del Movimiento de Diálogo Silsilah que desde hace treinta años trabaja para vivir una vida-en-diálogo. Estamos a vuestro lado y lloramos con ustedes”, escribe en una carta abierta a los amigos musulmanes, el misionero del PIME padre Sebastiano D'Ambra, fundador del movimiento para el diálogo islámico-cristiano “Silsilah” en el sur de Filipinas.
En la carta, enviada a la Agencia Fides, el misionero dice: “No sois los únicos que estáis sufriendo, de nuevo, por este acto de terrorismo perpetrado en nombre de vuestra religión. Recuerdo páginas de la historia, en las que sucedieron cosas similares en nombre de la fe católica. Afortunadamente, esos días han terminado. Los cristianos hoy en día también hacen cosas terribles, pero no en nombre de su religión o en el nombre de Dios. Ellos lo hacen en nombre de otro 'dios' que es el dios-dinero y el dios-poder”.
El padre D’Ambra recuerda que los musulmanes creen en el mensaje de “piedad y compasión” que es proprio del Islam y que “los elementos espirituales del Islam y de muchas tradiciones islámicas, como el Sufismo, hoy no son apreciadas ni cultivadas en general”, mientras “sectores o grupos están buscando de destruir el Islam en nombre del Islam”. Por tanto el misionero se pregunta, “¿donde ha quedado el mensaje de misericordia y compasión que leemos en casi todos los versos del Sagrado Corán?”. Y entonces: “¿Qué podemos hacer juntos?” continúa.
El padre D'Ambra recuerda la experiencia de “Silsilah”, que siempre ha insistido en un diálogo que comienza “desde una dimensión espiritual”. Un diálogo que “parte de Dios y lleva a las personas a Dios”.
“Como católico, creo que los cristianos y los musulmanes de hoy en día tienen una misión común, trabajar juntos por el bien común construido sobre la centralidad de Dios. Aunque nuestra comprensión de Dios es diferente – ha dicho - debemos orar, tenemos que hacer actos de solidaridad, tenemos que respetar a todos, cuidar de la tierra, juntos” para vivir y dar testimonio “de una misión de diálogo y paz”. (PA) (Agencia Fides 14/1/2015)
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