Buenaventura (Agencia Fides) – El terror se ha difundido a gran escala en la población de Puerto Buenaventura (Colombia) tras el descubrimiento de cuerpos mutilados y despedazados. Está circulando la noticia de que las “casas de pique” (tortura) en la zona sigue en actividad. De hecho han pasado unos 10 años desde que, en la zona de Buenaventura, todavía estaban activas las “casas de piqué”, lugares de tortura y asesinato de personas secuestradas porque obstaculizaban o no apoyaban a las pandillas y al crimen organizado. Aunque la policía ha declarado que este hallazgo corresponde al 2014 (de acuerdo con los datos científicos), el miedo entre la población crece.
“Se trata de acciones de las bandas que quieren recuperar el control del territorio”, ha dicho el jefe de la policía local a la prensa de Buenaventura, tras la captura de dos líderes de una pandilla que opera en Puerto Buenaventura. Estas bandas tratan de imponerse amenazando a la población con secuestros y asesinatos brutales, desmembrando los cuerpos de los muertos y dejando sus restos en la calle o en casas abandonadas cerca del puerto.
En la nota enviada a la Agencia Fides por una fuente local Su Exc. Mons. Héctor Epalza Quintero, P.S.S., obispo de Buenaventura,expresa su preocupación: “El mayor problema afecta a los jóvenes, obligados por la fuerza a pertenecer a una pandilla. Los chicos son inducidos al consumo de drogas para tener más control de ellos, las chicas son violadas y acosadas sexualmente y luego otras bandas les ofrecen protección. Desgraciadamente la gente no presenta denuncia a la policía que se ocupa de la seguridad, pero que encuentra muchos límites en nuestra situación social” ha comentado Mons. Epalza. (CE) (Agencia Fides, 20/01/2015)
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