Gaza (Agencia Fides) - La escasez o falta total de agua en las ciudades, aldeas y campos de refugiados pesa sobre las vidas de las personas que huyen de diferentes áreas debido a la crisis de Oriente Medio, se trata de una emergencia en la emergencia. La gestión del suministro de agua y el control de las grandes presas en el pasado también ha creado fricciones entre Siria, Turquía e Iraq, y ahora es uno d ellos ámbitos de discordia entre los ejércitos y las milicias armadas, incluidas las de tipo yihadista. No es casualidad que las presas de Tabqua y de Mosul hayan sido objetivos prioritarios de la milicia del Estado Islámico. Otra cuestión sorprendente está representada por la situación de Aleppo, donde la interrupción del suministro de agua se usa como un castigo colectivo en todos los sectores de la ciudad dividida.
El acceso al agua es también uno de los “puntos calientes” del conflicto palestino-israelí. Los palestinos tienen a su disposición una cantidad de agua potable que se encuentra entre las más bajas del mundo, muy por debajo del umbral de escasez absoluta.
Las organizaciones no gubernamentales relacionadas con la red AGIRE (Agencia Italiana de Respuesta a Emergencias) también se han comprometido a apoyar los proyectos para garantizar el suministro adecuado de agua a la población de Gaza. “En Gaza - dice Stefano Gambini, jefe del proyecto GVC (Grupo Voluntario Civil) en un comunicado enviado a la Agencia Fides - actuamos, inmediatamente después de la firma de la tregua, para reparar las infraestructuras hídricas, y repartimos vales para la compra de combustible y el uso de sistemas de purificación de agua, la desalación y bombeo de agua tanto para las familias como para las escuelas, guarderías y hospitales”. En la ciudad palestina el suministro de agua y la restauración del sistema de alcantarillado destruido o dañada es esencial para al menos un millón de habitantes, alrededor de dos tercios de la población de toda la Franja de Gaza. “Cómo GVC estamos trabajando para garantizar que 600.000 personas tengan acceso al agua potable, a la electricidad, al combustible necesario para el desempeño de sus actividades diarias”. La organización COOPI (Cooperación Internacional) también ha establecido en la Franja de Gaza un programa de intervención que prevé en la primera fase, la distribución de agua potable a 4.500 personas y la restauración de tres pozos y sistemas de agua conectados a los tanques de agua, para permitir el acceso al agua para uso doméstico en una población de unos 50.000 habitantes (GV) (Agencia Fides 23/9/2014).
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