Kabul (Agencia Fides) – La sociedad civil afgana está firmemente convencida de que la “solución militar” no es eficaz y que es esencial perseguir el camino del diálogo político, implementando un plan de “reconciliación nacional” y un proceso de paz contextualizado. Es lo que emerge como resultado de la investigación de cinco meses de trabajo en siete provincias afganas (Balkh, Bamiyán, Farah, Faryab, Herat, Kabul, Nangarhar), promovida por la red de organizaciones no gubernamentales internacionales “Afgana” y el Ministerio de Asuntos Exteriores italiano. La investigación, publicada en la víspera de la retirada de las tropas de la OTAN del país y enviada a la Agencia Fides, analiza las causas del conflicto y las razones de la movilización en contra del gobierno; el proceso de paz y reconciliación con los talibanes; la relación entre la paz y la justicia; las expectativas para el post-2014.
“Paz y Justicia” son percibidas por la sociedad como aspiraciones complementarias. Para la mayoría de los encuestados - afirma el texto - la injusticia es uno de los factores que más contribuye a alimentar el conflicto. Ignorar las demandas de justicia para los crímenes del pasado y del presente debilita un posible acuerdo de paz, aumenta los motivos de inseguridad, promueve la violencia, señalan los ciudadanos afganos. Según la investigación, una verdadera reconciliación pasa por “el reconocimiento público de la verdad histórica”. Si hay pleno apoyo a la idea de la negociación, al mismo tiempo se critica la forma en que se ha llevado a cabo hasta ahora por el Gobierno afgano y la comunidad internacional. Pocos creen en la posibilidad de encontrar un acuerdo de paz con los talibanes y otros grupos antigubernamentales antes de finales de 2014. Entre los obstáculos mencionados, existe la incapacidad del Consejo Superior de Paz, el órgano creado por el presidente Karzai en 2010 a negociar con los talibanes, como mediador entre los actores en conflicto.
Los encuestados no excluyen la posibilidad de que los talibanes podría conseguir “posiciones de poder en un futuro gobierno de coalición amplia”, si eso sirve para poner fin al conflicto. Con una condición: que no afecte a la arquitectura política e institucional creada en 2001 y los logros legislativos y sociales de los últimos años. El informe señala que la sociedad civil afgana exige un doble enfoque para el proceso de paz, distinguiendo entre “política de paz” y “paz social”. El proceso político y diplomático que tiene como objetivo la interrupción a corto plazo del conflicto, debe ir de la mano con un proceso social que apunte a la reconstrucción a largo plazo de las relaciones y la confianza entre las comunidades locales. (PA) (Agencia Fides 29/1/2014)
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