Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – Continuando su visita pastoral en las Indias Occidentales (véase Fides 29/11/2013), el Cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, ha presidido la tarde del sábado, 30 de noviembre, la misa solemne del primer domingo de Adviento en la Pro-Catedral de San Fernando en Puerto de España (Trinidad y Tobago), a la que asistieron obispos, religiosos y laicos de las Antillas.
Tras subrayar el tiempo litúrgico de Adviento en la homilía, el cardenal recordó las palabras del Papa Francisco a los obispos de Brasil, el pasado mes de julio, sobre la llamada dirigida a todos al “discipulado misionero de Jesús”, y continuó: “El mundo necesita la proclamación de la Buena Nueva de Jesucristo y nosotros somos enviados a proclamarla. Este sentido de urgencia y de espera es también un tema central durante el Adviento, que nos recuerda que estamos en un período de espera, la espera del Señor que viene de nuevo a juzgar y llevar al cumplimiento todas las cosas. Tenemos que estar preparados, atentos y comprometidos con la misión de Cristo”.
La Iglesia de Trinidad y Tobago, considerada la “iglesia madre” de muchas otras Iglesias particulares de las Antillas tiene una “responsabilidad especial” en esta misión, dijo el prefecto de la Congregación, citando los diversos desafíos a los que se enfrenta la Iglesia de hoy en el cumplimiento de su misión: en primer lugar, una visión laicista del mundo que relativiza la fe y un creciente número de pobres. “La variedad de compromisos pastorales y misioneros nos empujan a preguntarnos si hoy somos cristianos generosos y entusiasmados de ponernos al servicio de los pobres, del Evangelio y del bien”, afirmó el Cardenal Filoni, quien instó a no dudar en involucrar a los jóvenes y a llamarles al sacerdocio, a la vida consagrada, y a muchos otros servicios en la Iglesia.
En la Catedral de Kingston, en Jamaica, dedicada a la Santísima Trinidad, el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos presidió la tarde del Domingo, 1 de diciembre una misa solemne en el primer domingo de Adviento, para la celebración de la clausura del Año de la Fe y la ordenación sacerdotal del Diácono Brad Smith. Estuvieron presentes, además del Nuncio Apostólico Su Exc. Mons. Nicholas Girasoles, varios obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, así como representantes de las autoridades gubernamentales.
“Un sacerdote es ordenado para predicar el Evangelio, enseñar la fe en toda su integridad, para administrar los sacramentos, hacer presente a Cristo para la santificación de los fieles”, dijo el Cardenal en su homilía. “El sacerdote debe estar en medio del pueblo, siendo un pastor con olor de las ovejas” como le gusta decir al Papa Francisco - continuó -. Pero también es cierto que las ovejas necesitan reconocer en cada sacerdote el 'perfume' del Buen Pastor, en su celo pastoral, en su integridad personal, en la pobreza, la obediencia y la fidelidad a la promesa del celibato casto”.
Celebrando la conclusión del Año de la Fe, que ha visto nacer muchas iniciativas para la profundización y el fortalecimiento de la Fe, el Cardenal Filoni instó a los presentes diciendo: “Oremos para que estos esfuerzos den mucho fruto para la Iglesia en todo el mundo, pero especialmente aquí ¡en Jamaica!”, y concluyó con estas palabras: “Queridos hermanos y hermanas, no duden en ser siempre fieles a Cristo, como se que ya os esforzáis en hacer”. (SL) (Agencia Fides 12/02/2013)
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