En la segunda lectura “se nos recuerda el sentido del amor cristiano, del amor de Dios”. Jesús nos enseña a amarnos unos a otros como Él nos ha amado, y a profundizar y crecer en la experiencia del amor amando a nuestros enemigos. “El amor es hacer el bien especialmente al más pequeño, no al que está en mi grupo, al que me cae bien o es de mi partido, Jesús nos invita hacer el bien al que está en la periferia, al que está totalmente olvidado” ha dicho el arzobispo.
Luego monseñor Centellas ha reiterado que si se quiere vivir la propia fe, “no hay que tener enemigos, somos distintos y tenemos distintas maneras de plantear la vida, pero no somos adversarios, si algo debemos cambiar en Bolivia es dejar de ser adversarios y trabajar juntos por el progreso de nuestro país, por el progreso de cada familia y ese es el sentido del amor cristiano”. Además ha exhortado a aprender a vivir perdonando, superando aspiraciones o deseos meramente humanos, porque vivir el amor tal como Dios nos lo propone, es aceptar ese amor que implica el perdón, la reconciliación. “Por eso la Iglesia propone a Bolivia reconciliación, porque solo si nos tratamos como hermanos, podremos progresar y ser una sociedad mucho más tolerante, respetuoso del uno y del otro. Si no somos capaces de reconciliarnos siempre estaremos atacando y encontrando adversarios, fomentando la enemistad, el enfrentamiento”.

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