Bagan (Agencia Fides) – En la llamada “dry zone” (zona seca) de Myanmar, que cubre el 13% del país, vive una cuarta parte de los 58 millones de habitantes del país, en condiciones muy duras debido a la escasez de producción de alimentos que les está llevando a morir de hambre y desnutrición y a la acumulación de deudas. En las regiones centrales de Mandalay, Magway y Lower Sagaing, conocidaa como “zonas secas” se registran los niveles más bajos de precipitaciones; aquí el 60% de las familias son agricultores y el 40% sin tierras propias. Un estudio del 2014 realizado por World Food Programme (WFP), Save the Children y Ministry of Livestock, Fisheries and Rural Development, el 18,5% de las familias que viven en estas áreas han sufrido de inseguridad alimenticia. Una tercera parte ha reportado meses, especialmente en junio y julio, en los que tenían dificultades para encontrar alimentos para sus necesidades diarias. El 12,3% de los niños menores de 5 años de edad han resultado severamente desnutridos; la gente se endeuda para poder comprar comida. El WFP trabaja desde hace más de una década en estas zonas áridas de Myanmar mediante el apoyo a las poblaciones más vulnerables, las mujeres embarazadas y mujeres en período de lactancia, ayudando a poner en marcha programas de alimentación escolar para más de 50.000 niños. (AP) (13/5/2014 Agencia Fides)
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