Ciudad del México (Agencia Fides) – “Las reformas son necesarias para adaptarse al presente en busca de un futuro mejor. ¡Pero no debemos engañarnos! Si no se reforma la mente y el corazón, la conciencia para crear una escala adecuada de valores y nuestra capacidad de solidaridad fraterna, no habrá reforma que pueda ayudarnos a superar las desigualdades intolerables y las injusticias sociales que nos llevan a estar más atentos de la vida privada de los artistas que de los sufrimientos de los inmigrantes arrojados de un tren por no pagar a los extorsionadores; o ver sólo cómo estadísticas y noticias los secuestro, la trata de personas, las actividades de delincuencia organizada en la impunidad, la violencia y los cuerpos decapitados en fosas clandestinas”.
Es un parágrafo del mensaje duro e inédito para la relación entre el gobierno del y la jerarquía católica, que los obispos del país reunidos en Asamblea, (véase Fides 30/04/2014), han publicado poniendo en discusión la validez de las reformas educativas, de política fiscal, sobre la energía y las telecomunicaciones, recientemente aprobadas por el gobierno.
En la nota enviada a la Agencia Fides desde la CEM (Conferencia Episcopal Mexicana), los obispos dicen estar preocupados por el futuro del país debido a estas reformas constitucionales, y se interrogan “en qué manera serán benéficas sobre todo para los que han estado permanentemente desfavorecidos, o si serán una nueva oportunidad para aquellos acostumbrados a depredar los bienes del país”.
La declaración ha generado polémica en los círculos políticos, mientras que los obispos han recordado en Asamblea la condición de pobreza de 50 millones de mexicanos, poniendo en entredicho la capacidad real de estas reformas de ayudar a sacarlos de esa situación. (CE) (Agencia Fides, 02/05/2014)
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