Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “¿por qué hoy un Jubileo de la Misericordia? Simplemente porque la Iglesia, en este momento de grandes cambios históricos, está llamada a ofrecer con mayor intensidad los signos de la presencia y de la cercanía de Dios... Es el tiempo para que la Iglesia redescubra el sentido de la misión que el Señor le ha confiado el día de Pascua: ser signo e instrumento de la misericordia del Padre”. Con estas palabras el Santo Padre Francisco ha explicado el sentido del Jubileo extraordinario, que se abrirá el 8 de diciembre, en ocasión de la entrega y lectura de la Bula “Misericordiae vultus” de convocación del Jubileo, seguida de las primeras vísperas del segundo Domingo de Pascua, o de la Divina Misericordia, que ha presidido el sábado 11 de abril, en la Basílica Vaticana.
Además de los Cardenales Arciprestes de las Basílicas papales en Roma, que al día siguiente han presidido una celebración análoga en sus respectivas Basílicas, el Papa ha entregado una copia de la Bula al Prefecto de la Congregación para los obispos (Card. Marc Ouellet), al Prefecto de la Congregación para le Evangelización de los Pueblos (Card. Fernando Filoni), al Prefecto de la Congregación para las iglesias Orientales (Card. Leonardo Sandri). También han recibido una copia de la Bula el Arzobispo Savio Hon Tai-Fai, de Hong Kong y ahora Secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, en representación de Oriente; el Arzobispo Barthélemy Adoukonou, original de Benin y actualmente Secretario del Pontificio Consejo de la Cultura para África; Mons. Khaled Ayad Bishay, de la iglesia Patriarcal de Alejandría de los Coptos, para las iglesias orientales.
“El Año Santo tiene que mantener vivo el deseo de saber descubrir los muchos signos de la ternura que Dios ofrece al mundo entero y sobre todo a cuantos sufren, se encuentran solos y abandonados, y también sin esperanza de ser perdonados y sentirse amados por el Padre – ha dicho el Papa Francisco en la homilía de las Vísperas -. Un Año Santo para sentir intensamente dentro de nosotros la alegría de haber sido encontrados por Jesús, que, como Buen Pastor, ha venido a buscarnos porque estábamos perdidos… Un Año para ser tocados por el Señor Jesús y transformados por su misericordia, para convertirnos también nosotros en testigos de misericordia. Para esto es el Jubileo: porque este es el tiempo de la misericordia”. (SL) (Agencia Fides 13/04/2015)
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