Alepo (Agencia Fides) – La ciudad de Aleppo lleva ya dos días sin agua. La suspensión reiterada de los suministros de agua en las últimas semanas se ha convertido en un instrumento de presión en las manos de las milicias rebeldes que rodean la metrópolis del norte de Siria y que mantienen bajo su control las estaciones de bombeo. De vez en cuando, y a pesar de la sensibilización y mediación actuadas por los operadores de las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el suministro de agua es suspendido y desde hace días la población civil sufre de otro castigo colectivo más, aún más opresivo vista la época del año en que estamos con los calurosos meses de verano. “En nuestras iglesias y en las mezquitas” dice a la Agencia Fides el Arzobispo Armenio Católico Boutros Marayati, para atender la emergencia hemos reactivado los pozos antiguos que dan acceso a las faldas acuíferas subterráneas. Las familias vienen a buscar agua para asearse y lavar su ropa”. Pero también ocurre que se utilice para beber, aunque no es potable. Esto aumenta el riesgo de infecciones y epidemias.
En los últimos días, S. E. Marayati fue junto con el obispo ortodoxo de Alepo de visita al barrio de al-Maidan, habitado por un gran número de armenios que está sometido desde hace semanas a un continuo bombardeo de los rebeldes. “Hemos encontrado casas y escuelas destruidas” refiere a la Agencia Fides el Arzobispo, “y muchas personas están refugiadas en los locales de las iglesias, que también son objetivos de los bombardeos. Todos sufren de graves necesidades para su supervivencia diaria. A esto se suma la preocupación por las noticias que llegan desde el exterior, tales como la conquista de la ciudad iraquí de Mosul por parte de los islamistas. Que una ciudad tan grande puede caer así, de un día para otro, aquí es visto como un signo preocupante”. (GV) (Agencia Fides 17/6/2014)
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