Bkerké (Agencia Fides) – La opción de los parlamentarios libaneses que abandonan las sesiones parlamentarias convocadas para la elección del nuevo Presidente de la Nación, expone al Líbano a un “gran peligro”, sobre todo ante “los acontecimientos regionales que puedan cambiar el mapa del Oriente Medio y desmantelar los Estados”. Con estas palabras los obispos de la Iglesia maronita, describen el momento que vive el país en un comunicado emitido al final del Sínodo anual, celebrado en la sede patriarcal de Bkerké del 11 al 19 de junio (véase Fides 12/6/2014). Según los obispos maronitas, la ausencia continuada de un nuevo presidente “simboliza la ausencia del Estado, y pone en peligro la unidad del país, así como su seguridad y su economía”.
El Líbano lleva sin presidente desde el 25 de mayo, día en el que terminó el mandato de Michel Sleiman. Hasta ahora las 7 sesiones convocadas para elegir al nuevo Jefe de Estado no han alcanzado el quórum necesario de votantes, sobre todo porque los parlamentarios vinculados a la Coalición “8 de marzo” - que también incluye al partido chiíta Hezbollah - han decidido no participar en la votación, en ausencia de un acuerdo preliminar sobre una candidato en grado de recoger un amplio apoyo en ambos bloques políticos que paralizan con sus enfrentamientos la vida política e institucional del país.
En el comunicado, enviado a la Agencia Fides, los obispos maronitas también hablan de la visita a Tierra Santa realizada a finales de mayo por el Patriarca Bechara Boutros Rai y de sus reuniones con los ex miembros del Ejército del Líbano del Sur (ELS), la milicia libanesa que se unió a Israel durante la ocupación israelí del sur del Líbano y cuyos miembros huyeron a Galilea en el año 2000, tras la retirada del ejército israelí. Los soldados del ELS lucharon contra los milicianos de la OLP y luego también contra los de Hezbollah, recibiendo armas y apoyo logístico de Israel. En el comunicado, los obispos escriben que la visita del Patriarca Rai “ha despertado las esperanzas de una solución a la cuestión de los libaneses exiliados en Israel”, demostrando que “el espíritu de reconciliación entre los ciudadanos del país es posible”, así como la capacidad de cerrar definitivamente la página de la Guerra Civil. Facciones libanesas como Hezbolá consideran a los soldados del ELS como traidores. Mientras que los obispos maronitas dicen que muchos de ellos se vieron obligados por la fuerza a luchar junto a Israel (GV) (Agencia Fides 20/6/2014).
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