Bangui (Agencia Fides) - “El comité de mediación que hemos creado ha conseguido que en nuestra zona se viva en paz”, dice a la Agencia Fides Mons. Juan José Aguirre Muños, Obispo de Bangassou, al sureste de la República Centroafricana, todavía conmocionada por la violencia de las milicias anti-balaka que han tomado como objetivo a la población musulmana.
“Este organismo está compuesto por representantes católicos, protestantes y musulmanes e interviene de inmediato si se identifican tensiones entre las distintas comunidades”, explica el obispo. Mons. Aguirre subraya que “a diferencia de otras zonas de Centro-áfrica, la mayoría de los musulmanes de Bangassou se han quedado, sólo algunos han preferido marcharse, y el mercado es compartido por comerciantes musulmanes y cristianos”. “Evidentemente - añade - la población no musulmana mantiene en la memoria la violencia de los rebeldes Seleka, pero parece dominar el deseo de volver a la normalidad”.
“El modelo inaugurado aquí en el este del país, donde consideradas las cosas, la situación es más o menos tranquila, puede servir como ejemplo para el oeste y la capital, Bangui”, dice Mons. Aguirre. “De hecho, el arzobispo de Bangui, Mons. Dieudonné Nzapalainga, ha mostrado su interés por nuestra experiencia para ver cómo puede replicarla en la capital, donde, por desgracia, la situación es muy preocupante. De hecho, hay algunos barrios donde los musulmanes viven asediados por los anti-balaka”. Según el Obispo de Bangassou el propósito de esta violencia “es expulsar a la población musulmana del país a fin de que esta última no pueda votar en las próximas elecciones”
“Al mismo tiempo, en el norte de centro-áfrica, donde se concentran los musulmanes desplazados y los ex rebeldes Seleka, se hace cada vez más fuerte la tentación de expulsar a los no musulmanes. Alguien está pensando en la idea de dividir el país entre el norte musulmán y el sur para los no musulmanes”, concluye el Obispo (L.M.) (Agencia Fides 4/4/2014)
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