Qara (Agencia Fides) – Ante el peligro y el futuro incierto, para combatir el mal de la guerra y del terrorismo las “armas más potentes son la oración y la Adoración al Santísimo Sacramento”: en el Monasterio de Santiago en Qara (ciudad entre Damasco y Homs), la comunidad de residentes - una comunidad ecuménica que cuenta con 20 entre los religiosos y religiosas de 8 nacionalidades y de diferentes confesiones cristianas - dedica sus días a orar sin cesar. El p. Daniel Maes, sacerdote católico belga, responsable de la comunidad, dice a Fides que hoy y en los próximos días, los sacerdotes y religiosas realizarán una Adoración Eucarística nocturna, “consciente del poder de la oración y la fe en la Providencia de Dios”: la comunidad actualmente también acoge algunas familias musulmanas (unas 20 personas) que han huido al convento a causa del conflicto civil en curso.
Pero ahora el monasterio se encuentra en peligro: “Hasta ahora hemos estados a salvo de la guerra porque tanto las fuerzas gubernamentales como los grupos de la oposición nos han protegido y salvaguardado de alguna manera, porque conocen nuestra vida de oración y hospitalidad. Pero ahora los grupos terroristas y los yihadistas son cada vez más numerosos y poderosos, y según nos han dicho podríamos ser blanco de un ataque de un momento a otro. Pero, ¿dónde podemos ir? Toda la comunidad ha decidido quedarse y orar. Con confianza y esperanza”, dice a Fides el p. Maes, que vive en el monasterio junto a los monjes y monjas de Bélgica, Francia, Portugal, Estados Unidos, así como de Siria, Líbano, Chile, Venezuela.
En este momento tan delicado, mientras parece inminente el ataque militar por parte de las potencias occidentales, la comunidad de Qara hace un llamamiento a la paz, para que “Occidente encuentre la inteligencia y la responsabilidad para actuar de acuerdo a la verdad”, dijo el padre Maes. “Un ataque militar nunca es una solución que genera paz, sino más odio. Siria debe regresar a los valores que siempre ha vivido en siglos de historia: la convivencia y la armonía entre los grupos étnicos y religiosos, la amabilidad, la hospitalidad, la solidaridad siempre han caracterizado a la sociedad siria. Solo hay futuro en la unidad, que ahora imploro a Dios”. (PA) (Agencia Fides 29/8/2013)
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