ASIA/PAKISTAN - Grupos terroristas se asientan en el barrio cristiano de Essa Nagri en Karachi


Karachi (Agencia Fides) – La violencia y la inseguridad están atravesando Essa Nagri, un barrio cristiano de Karachi, con una población de más de 40 mil personas. La población residente, en su mayoría cristianos pobres que se dedican a trabajos humildes o al trabajo doméstico para familias musulmanas ricas, han recibido amenazas de los terroristas y grupos extremistas y viven en el miedo. Ya en el pasado, los cristianos locales habían denunciado que sufrían actos de violencia (véase Fides 17/9/2012). Un político cristiano nacido en Essa Nagri, elegido miembro del parlamento provincial, tuvo que abandonar la ciudad porque fue seriamente amenazado después de sus discursos en defensa de las minorías religiosas.

Pero la situación ha empeorado cuando las organizaciones terroristas, prohibidas en Pakistán, han penetrado en el barrio y han echado raíces, mediante el establecimiento de sus bases en Essa Nagri. Una fuente local de Fides lanza la alarma: “Sus actividades delictivas se están intensificando día a día. Y para integrarse en la vida de la comunidad local, los miembros de estas organizaciones han iniciado pequeños negocios, tiendas o actividades de préstamo de dinero”.

Mientras tanto, la población local ve un aumento en el fenómeno de secuestro de chicas cristianas, matrimonios forzados y conversiones al Islam. Los grupos criminales también están involucrados en el tráfico de drogas que venden a los jóvenes cristianos, convirtiéndose en una fuente de corrupción social.

En las hostilidades generadas con los cristianos locales, se produjeron cinco víctimas cristianas en 2012. Las autoridades y los organismos encargados de hacer cumplir la ley no toman en consideración las denuncias de la población cristiana. Los residentes cristianos de Essa Nagri, con la ayuda del párroco, el Padre John Victor OFM, han construido un muro para proteger el área, para tratar de controlar los ingresos. Sin embargo, hace días, durante la noche, un grupo de delincuentes ha demolido una parte de la pared, creando pánico en la comunidad. Peter Noman, un activista por los derechos humanos, denuncia las amenazas recibidas por la comunidad cristiana de Essa Nagri, que ahora vive en una situación de incertidumbre y pánico. Sin embargo, la policía está ausente. (KA-PA) (Agencia Fides 3/7/2014)



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