Harare (Agencia Fides) - La Diócesis de Masvingo, en el sur-oeste de Zimbabwe, ha lanzado un llamamiento para ayudar a miles de personas que han perdido sus hogares, tierras y ganado tras el derrumbe parcial de la presa Tokwe-Mukosi, causado por las lluvias incesantes el pasado febrero. Una parte de las personas sin hogar ha sido transportada por helicópteros de la Fuerza Aérea de Zimbabwe y Namibia, los otros han sido aceptados en el campo de Chingwizi. “Las condiciones en el campo improvisado de Chingwizi no son humanas”, dice al diario “New Zimbabwe” el p. Peter Chimombe, director de comunicaciones sociales de la Diócesis de Masvingo. “Las personas acogidas en el campo parecen refugiados en una situación de guerra”, ha agregado.
“El problema principal al que se enfrentan estas personas es psicológico. Mientras las víctimas de la inundación esperan poder ser transferidad a otros lugares, todo lo que pueden hacer es no hacer nada y esperar” afirma el sacerdote que subraya como la larga espera está sembrando rabia y frustración. “Predicar a estas personas no sirve para calmar su rabia, que está llegando a un punto de ebullición de forma que se están enfadando incluso con Dios que ha permitido que este desastre sucediese”. La desesperación de los desplazados se agraba también por la condiciones higiénicas pésimas del campo (no hay agua potable ni baños, y se teme que se difundan epidemias) además de los chacales que han depredado los pocos bienes que les quedaban. (L.M.) (Agencia Fides 2/4/2014)
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