Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “¡El amor por las Misiones es amor por la iglesia, es amor por Cristo! Ningún cristiano puede replegarse sobre sí mismo, sino que debe estar abierto a las necesidades espirituales de aquellos que no conocen a Cristo, y son cientos de millones”: con estas palabras el Santo Padre Pablo VI se dirigía a los directores diocesanos de las Obras Misionales Pontificias de Italia, recibidos en audiencia el 28 de junio de 1978, pocas semanas antes de su muerte.
En la Jornada Misionera de este año 2014, en la conclusión del Sínodo extraordinario de los Obispos, el Papa Pablo VI (1897-1978), civilmente Giovanni Battista Montini, será proclamado beato. En sus quince años de pontificado (21 junio de 1963 al 6 de agosto de 1978) Pablo VI dio un fuerte impulso a la conciencia misionera de la Iglesia, a la animación y cooperación misionera, continuando con un compromiso que ya había manifestado como arzobispo de Milán.
En el Magisterio misionero de Pablo VI surgen el Decreto conciliar “Ad Gentes” sobre la actividad misionera de la Iglesia, completado por el Motu Proprio “Ecclesiae Sanctae”, con las normas para la aplicación de ciertos decretos del Concilio Vaticano II; el mensaje “Africae terrarum” en defensa de la identidad africana y sus valores tradicionales; la Exhortación Apostólica “Evangelii Nuntiandi” sobre el compromiso de anunciar el Evangelio a los hombres de nuestro tiempo.
Junto a estos documentos no podemos pasar por alto la gran cantidad de cartas, mensajes y discursos, a todos los niveles y en las ocasiones más diversas, sobre la responsabilidad misionera de toda la Iglesia. Con las Cartas Apostólicas “Benegnissimus Deus” (1965) y “Graves et Increscentes” (1966) destacó la importancia y relevancia de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol y la Pontificia Unión Misionera. En su carta a la Conferencia Misionera Internacional en Lyon (1972), que conmemoraba el aniversario de la Obra Pontificia para la Propagación de la Fe, pidió una toma de conciencia del problema moderno de la evangelización con el fin de renovar el impulso a la actividad misionera. En su mensaje al Congreso Misionero de México y América Latina (1977) recomendó a todas las iglesias locales el realizar un esfuerzo pastoral conjunto “para hacer de toda la Iglesia de América Latina una Iglesia misionera”.
A lo largo de su pontificado, a excepción del 1964, el Papa Pablo VI envió siempre un mensaje con motivo de la Jornada Mundial de las Misiones de octubre. El último, que ya había preparado antes de morir, insiste una vez más en la responsabilidad de todo el pueblo de Dios para con la obra misionera.
Pablo VI fue el primer Papa en visitar todos los continentes y las tierras de misión (no es una casualidad que tomase el nombre del Apóstol de las gentes): Tierra Santa y la India en 1964, Europa en 1967, América en 1968, Africa en 1969, el Lejano Oriente y Oceanía en 1970 en su encuentro con las Iglesias jóvenes, siempre las invitó a tomar conciencia de su responsabilidad misionera, ya sea en sus propios territorios como en todo el mundo. (SL) (Agencia Fides 18/10/2014)
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