Jerusalén (Agencia Fides) - “Vivimos hoy en una inmensa tristeza por lo que pasó ayer. Una tristeza agudizada debido a que rompe las esperanzas que en estos días habíamos alimentado sobre el destino de los tres chicos. Estamos cerca de sus familiares y amigos, oramos para que el Señor les ayude a vivir, a seguir adelante, y les consuele en este dolor tan grande que están sufriendo”. Con estas palabras de condolencia el padre David Neuhaus, SJ, vicario patriarcal para los católicos de lengua hebrea del Patriarcado Latino de Jerusalén, expresa los sentimientos de los cristianos de Tierra Santa ante el asesinato de Eyal Yifrah, Gil-Ad Shayer y Naftali Frenkel, los tres muchachos judíos que desaparecieron cerca de Hebrón y cuyos cuerpos sin vida fueron encontrados ayer cerca del pueblo de Halhul. Los tres jóvenes asistían a una escuela rabínica en una colonia judía.
Varios dirigentes políticos israelíes han atribuido a Hamas este triple asesinato y han anunciado que tendrá represalias. Durante las operaciones de búsqueda de los tres secuestrados llevadas a cabo por el ejército israelí, 5 palestinos fueron asesinados y 400 - en su mayoría relacionados con Hamas - fueron arrestados. “Ahora”, dice el padre Neuhaus “crece el temor a la reacción. Vivimos en un ciclo de violencia que se prolonga desde hace décadas y tememos el precio que el pueblo palestino podría pagar. Esperamos y oramos para que los líderes del Estado de Israel reaccionen con sabiduría y visión de futuro y no sólo mirando al pasado”.
Según el vicario patriarcal, la nueva espiral de violencia que parece envolver Tierra Santa hace que sean aún más actuales los llamamientos a la paz y a la reconciliación lanzados por el Papa Francisco durante y después de su visita a Israel y Palestina. “El Papa”, dice el padre Neuhaus “nunca ha dicho que la paz ya haya llegado. No nos engañemos, sabemos que la violencia sigue teniendo el predominio y que lo que el Papa ha hecho ha sido un intento de sugerir y abrir alternativas a todo esto. Nosotros, que vivimos inmersos en este ciclo de violencia, a veces no conseguimos ver la posibilidad de que todo esto se acabe. Se trata de hacer que los enemigos se unan. Tenemos que rezar para que esta situación no dure permanentemente”. (GV) (Agencia Fides 1/7/2014).
Publicar un comentario