Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – La no violencia, el diálogo, la reconciliación y la paz son “las palabras clave para resolver la crisis siria”. Son también “la única vía posible para evitar una degeneración regional del conflicto, con resultados impredecibles”. Estos son los “valores que promueve fuertemente la Iglesia Católica, según el mensaje del Evangelio de Jesucristo” Esto es lo que dice en una entrevista con la Agencia Fides, Mairead Maguire, Premio Nobel de la Paz en 1976 por su compromiso con la solución del conflicto en Irlanda del Norte. Maguire ha estado en los últimos días en el Vaticano, donde habló con el Secretario para las Relaciones con los Estados, Mons. Dominique Mamberti, y con el Presidente del Pontificio Consejo “Justicia y Paz”, el cardenal Peter Turkson. “Les expresé mi deseo de encontrar al Papa Francisco y vuelvo a casa llena de esperanza en que un mensaje de paz fuerte será lanzado por la Santa Sede en favor de la paz en Siria”, dice a la Agencia Fides.
“En las conversaciones que hemos tenido hemos acordado que la Iglesia Católica debe promover un fuerte mensaje de paz por Siria. Urge un mensaje muy claro por la no violencia y la reconciliación como caminos hacia la paz. Son las vías que Jesús escogió”, explica Maguire, que es de fe católica, y responsable de la ONG “Peace People” en Belfast . “Es igualmente necesario volver a lanzar en el mundo un mensaje de paz, una palabra acerca del amor y el perdón al enemigo. Si este mensaje no lo transmite la Iglesia, ¿quién lo podrá hacer?”, señala.
En declaraciones a Fides sobre el escenario sirio, la premio Nobel señala que “la situación en la zona hoy es muy complicada por los nuevos actores de la violencia y las nuevas armas. Las cifras de las víctimas son alarmantes y, como ha dicho la ONU, son sólo comparables con el genocidio ruandés.
Ahora, después de dos años de conflicto, es necesario detenerse y apoyar a aquellos que tratan de hacer que las personas se reúnan, proponiendo de nuevo el diálogo, a partir de un alto el fuego y el cese de la violencia indiscriminada. Se debe reconsiderar fuertemente una solución política”.
Maguired ha hecho un viaje a Siria el pasado mes de mayo, al frente de una delegación de la paz: “Estuvimos en Siria y en el Líbano, visitando los campamentos de refugiados. Participamos en las reuniones de oración interreligiosa. Conocimos gente común, miembros del gobierno y de la oposición. La mayoría de los grupos, civiles y religiosos, invocan el diálogo y empujan para que se restablezca la paz. La población está cansada de la muerte, la violencia y la destrucción”. “No podemos hacer nada más que reiterar - continúa - que la reconciliación y la paz son el bien supremo, y muchas personas en Siria han elegido este camino. Hay muchas iniciativas desde abajo, tal vez poco conocidas, como la del movimiento 'Mussalaha', apoyada por el Patriarca Gregorio III Laham”.
En la práctica, sugiere Maguire, “tenemos que proporcionar apoyo técnico y material para promover una marcha atrás en la escalada del conflicto. Hay que hablar con todos y reiniciar un diálogo nacional entre el gobierno y la oposición, trazando una transición, respetando el principio de la libre determinación, preguntando al pueblo sirio que es lo que quiere”.
Maguire propone aplicar el modelo que ha llevado la paz a Nordirlanda, en una sociedad donde estaban arraigados muchos odios y divisiones: “Empezamos a promover la amistad, el perdón y la reconciliación desde abajo, y luego lo llevamos a un nivel político e institucional. Por lo que puede suceder lo mismo en Siria, pero las armas deben callar. La comunidad internacional debe apoyar a quienes promueven este enfoque para un diálogo inclusivo”, concluye. (PA) (Agencia Fides 24/7/2013)
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