El Cairo (Agencia Fides) - “Más del 80 por ciento de los egipcios rechazan el gobierno y al presidente Morsi. No es cierto, como afirma parte de la prensa occidental, que Egipto está dividido por la mitad entre partidarios y opositores del Jefe de Estado”, dice el padre Greiche Rafic, responsable de comunicación de los obispos católicos de Egipto. “La mayoría de los egipcios, musulmanes y cristianos, ricos y pobres, chicas vestidas a lo occidental o con el nijab, todo el mundo ha salido a las calles para rechazar este gobierno. Incluso aquellos que votaron por él y que ahora se arrepienten”, dice el sacerdote. “Los mismos Hermanos Musulmanes, de los que proviene el Presidente, están divididos entre ellos, además de estar en conflicto entre la Hermandad y los grupos salafistas, como el Partido al Nour, que apoya la protesta popular”.
Ayer, 1 de julio, las fuerzas armadas han dirigido un ultimátum de 48 horas a las fuerzas políticas para superar el estancamiento que paraliza al país desde hace semanas, saliendo al encuentro de la protesta de los manifestantes, otros soldados impondrán una road map para el futuro a la que nadie podrá oponerse.
Tras el anuncio de los militares, según informa p. Greiche, “el estado de ánimo de la gente es bueno, aunque hay preocupación por el temor a la recurrencia de la violencia en los últimos días, que han causado una docena de muertos y casi 600 heridos”. “Pero esto ha tenido lugar fuera de El Cairo”, dice el sacerdote que demuestra confianza: “Creo que el ejército es fuerte y no va a permitir más violencias”.
Según el padre Greiche al origen de las protestas populares está “la desilusión de la población con el empeoramiento de la situación económica, política y social. En el plano económico, no hay gasolina, la comida es escasa, hay constantes interrupciones en la distribución de la electricidad y el agua... todo cosas que no sucedían antes, en la época de Mubarak. No hay seguridad en las ciudades, mientras que los yihadistas tienen las manos libres en la península del Sinaí, donde pueden hacer lo que quieran. En el plano político, por último, se aprobó una Constitución que nadie quiere”.
“Vamos a ver qué va a pasar en las próximas horas. Mientras tanto, rezad por Egipto”, dice el sacerdote. (L.M.) (Agencia Fides 2/7//2013)
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