Aleppo (Agencia Fides) – La población civil de Aleppo paga el precio más alto de los enfrentamientos que inflaman la ciudad. En los últimos tres días, más de 150 golpes de mortero han golpeado las zonas residenciales provocando la muerte de 15 personas y hiriendo más de 75. Fuentes locales de Fides informan que una bomba cayó en una tienda de venta de pan en el barrio de Sulaimaniyeh. Entre las personas que estaban en la fila para compra pan, se han producido un muerto y ocho heridos, entre ellos dos niños.
Como explica a la Agencia Fides la comunidad cristiana local, entre las víctimas de los atentados de los últimos días hay dos niños cristianos. Uno de ellos ha muerto, su nombre era Georgio Rabbat, de 13 años, el único hijo de una familia católica siria. Era un chico brillante, le gustaba estudiar y soñaba con obtener la puntuación más alta en los exámenes para entrar en la universidad. Estaba jugando en la calle con otros niños en el barrio donde vive la comunidad siria, cuando un proyectil de mortero explotó cerca golpeándole.
Otra chica, Pamela Dekermanji, de cuatro años y de una familia cristiana siro-ortodoxa, fue alcanzada por la metralla en la cabeza y su estado es crítico.
En Aleppo desde hace unos diez días no hay verdura, ni fruta, ni carne, hasta el pan escasea. La población come arroz y cereales. La razón es el embargo impuesto por los rebeldes que estrangula la ciudad y que tiene un fuerte impacto en la población civil. Según fuentes de Fides, si el bloqueo continúa, “se acerca una crisis humanitaria”. Los civiles son también víctimas “colaterales” del fuego cruzado que afecta a las áreas residenciales. (PA) (Agencia Fides 16/7/2013)
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