New Delhi (Agencia Fides) – Los jesuitas de la India reunidos en la red “Jesa” (Jesuits in Social Action) han lanzado un fuerte llamamiento al gobierno central y a los gobiernos de varios estados indios para que adopten “medidas urgentes para poner fin a la campaña orquestada y motivada por el odio y la violencia contra las minorías religiosas, que tiene un impacto negativo en la armonía social en muchas ciudades y pueblos, de numerosas zonas del país”. El texto del llamamiento, recibido también en la Agencia Fides, recuerda que “el apoyo abierto por parte de los líderes políticos a los grupos radicales y extremistas hindúes ha desatado la violencia en muchos lugares. Los medios de comunicación han reportado más de 600 casos de violencia contra las minorías, entre mayo y septiembre de 2014”, mientras que los perpetradores de tales actos quedan impunes.
“La impunidad – señalan los jesuitas de al India - alienta aún más a los extremistas que actúan fuera de la ley”, mientras que la sociedad civil ha pedido desde hace tiempo a las más altas autoridades políticas que detenga a “los que crean discordia y polarizan la sociedad”. Más de 30 organizaciones que defienden los derechos humanos han reiterado su petición de proteger los derechos de las minorías, especialmente el derecho a vivir con dignidad como ciudadanos de la India, con la misma dignidad e igualdad.
La situación, recuerda el texto enviado a Fides, es tan crítica que que inclusa una jurista de la talla de Fali Nariman ha expresado abiertamente su preocupación. “Los primeros 100 días del nuevo gobierno - dicen los jesuitas - han visto un aumento progresivo de los discursos que incitan al odio contra los musulmanes y los cristianos. Se burlan de su identidad, cuestionan su ciudadanía, se ríen de su fe. Se multiplican las coacciones, las divisiones y las sospechas. Los ataques contra las minorías religiosas han adquirido proporciones alarmantes: más de 600, entre mayo y septiembre de 2014, en varias partes del país”
Los jesuitas añaden: “La campaña de odio, violencia y amenazas se ha abalanzado no sólo sobre las minorías religiosas, sino también contra la sociedad civil, abogados y académicos, mientras que el gobierno se mantiene en silencio. La comunidad cristiana es blanco de la violencia colectiva en Uttar Pradesh, Madhya Pradesh y Chhattisgarh”, según un enfoque – denuncia el llamamiento – que ha cambiado su estrategia: “pocas muertes, peor una violencia cotidiana de baja intensidad que se está convirtiendo en rutina”. Por esta razón pedimos “una acción rápida contra los que crean tensión en la sociedad”, y sugiere que el Ministerio de Interior “emitir una directiva para que la policía no se haga condicionar por los grupos extremistas”. (PA) (Agencia Fides 9/10/2014)
Publicar un comentario