Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – Una pastoral familiar atenta, la oración y la calidad de la fe en las familias, son el secreto para mantener vivas las vocaciones al sacerdocio en Vietnam: “Si una familia es santa, es posible que allí surjan vocaciones”, dice a Fides el Arzobispo de Thành-Phô Hô Chí Minh, Hôchiminh Ville (antes Saigon), Su Exc. Mons. Paul Bui Van Doc, que el 29 de junio ha recibido el Palio del Papa Francisco en San Pedro, junto con otros 23 arzobispos.
El Arzobispo que también es Presidente de la Conferencia episcopal de Vietnam, dice a Fides: “Estoy muy feliz de haber recibido el palio del Papa Francisco. “Ha sido un momento muy importante y muy emocionante. El Papa Francisco es muy querido por los católicos en Vietnam y apreciado incluso por los no cristianos. En Vietnam, su predicación llega gracias a los medios de comunicación y las redes sociales. Incluso la prensa controlada por el régimen comunista habla bien de él. Gusta su sonrisa, su manera de actuar y de hablar, su predilección por los pobres. Esperamos que este aprecio puede tener una influencia positiva en las relaciones entre Vietnam y la Santa Sede y pueda alcanzar pronto el establecimiento de relaciones diplomáticas plenas y oficiales”.
Una prioridad para la iglesia local es la formación de sacerdotes y seminaristas que siguen siendo un número significativo: “Tenemos en nuestro seminario mayor interdiocesano de Thành-Phô Hô Chí Minh (que acoge a los candidatos de las tres diócesis) a unos 250 seminaristas mayores. Las vocaciones están floreciendo. En todo el país hay 8 seminarios mayores con más de 3.000 candidatos, entre diocesanos y religiosos. Sin embargo, la formación de los jóvenes es ahora más difícil por la influencia de una cultura de la secularización, del materialismo práctico, de una mentalidad individualista que es más insidiosa que el ateísmo de estado”. En la raíz de la floración de vocaciones, dice Mons. Paul, está “la vida de las familias cristianas, que todavía tiene una buena calidad de fe y testimonio. Por ello la pastoral familiar es muy importante: la familia es la cuna de las vocaciones, si hay familias santas, tendremos más sacerdotes. A nivel diocesano, pero también de la Conferencia Episcopal, ponemos gran énfasis en la pastoral familiar”.
Entre las nuevas urgencias pastorales de la iglesia local hoy está el apostolado hacia los migrantes internos, dado el desplazamiento masivo de personas del campo a las grandes ciudades. “En una ciudad de 7 millones de habitantes como Hô Chí Minh Ville, han llegado otros dos millones, de los cuales 200 mil católicos que necesitan de todo. Gracias a Caritas, tratamos de coordinar todos los componentes de la Iglesia local, como las congregaciones religiosas, parroquias, movimientos laicales, para ayudar a estos hermanos y hermanas. La Iglesia en Vietnam - concluye el Arzobispo - sigue demostrando una gran atención hacia los pobres y marginados, como testimonio del amor de Cristo y como un signo de cuidado del bien común de la sociedad” (PA) (Agencia Fides 2/7/2014)
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