Ciudad del México (Agencia Fides) – De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en México 8.1 millones de mujeres indígenas viven en condiciones de violencia dentro de la familia, abusos, agresiones físicas y morales, además de no tener acceso a los servicios de salud y educación. La secretaría de la Comisión de Igualdad de Género, de la Cámara de Diputados, ha expresado que esos datos que corresponden al 2013, revelan la compleja situación en que se encuentra ese sector de la población. Las mujeres indígenas desempeñan un papel esencial en la recomposición del país, y este es otro de los muchos motivos para reducir las enormes diferencias entre marginalidad y justicia social, dando lugar a nuevos modelos de desarrollo de acuerdo las expectativas culturales, sociales, políticas, económicas y de justicia. Ahora se ha propuesto una iniciativa gracias a la cual se podrán mejorar las condiciones de vida de esta parte de la población. Concretamente, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) llevará adelante junto con el Instituto Nacional de las Mujeres, programas de capacitación permanente, que fomenten el conocimiento de los derechos humanos de las niñas y mujeres indígenas y prevengan la violencia en su contra.
El objetivo es contribuir a la generación de políticas públicas orientadas a fortalecer la igualdad de condiciones, el acceso de la población femenina a sus derechos y la garantía de vivir libres de violencia. En el 2012, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señalo que, del total de la población indígena en México, 3.3 millones no satisfacían sus necesidades alimenticias básicas. Además el nivel de escolaridad está relacionado con la alta mortalidad materna, ya que el 36.5 por ciento de las mujeres fallecidas en los municipios con más de 70 por ciento de población indígena carecía de instrucción y 24.7 por ciento tenía la primaria incompleta. (AP) (7/7/2014 Agencia Fides)
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