Barahona (Agencia Fides) – “Esperamos que se encuentre un camino, una manera para resolver el conflicto que ha causado, la sentencia del Tribunal Constitucional” afirma el obispo de la diócesis de Barahona, Su Exc. Mons. Rafael Leónidas Felipe y Núñez, comentando la revocación de la ciudadanía dominicana a los hijos de haitianos indocumentados. El gobierno dominicano ha anunciado el 23 de octubre, con una comunicación oficial, que pretende respetar plenamente la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la ciudadanía, que excluye de este derecho a los que han nacido en territorio dominicano desde 1929, cuyos padres eran en el momento de su nacimiento, en una situación irregular.
La noticia, que ya circulaba hace un mes, ha provocado el descontento en la sociedad haitiana presente en el país y la reacción de varias instituciones que defienden los derechos de los migrantes. La Iglesia Católica está muy preocupada por las consecuencias de dicha sentencia. Hace unos días se hizo pública una carta de un grupo de religiosos en favor de los migrantes. Ayer Mons. Felipe Núñez habló con la prensa para expresar su solidaridad con los migrantes y sus familias, que considera plenamente dominicanos.
“Muchos haitianos vinieron a la República Dominicana donde se quedaron, nacieron en Haití, pero vinieron y se quedaron con nosotros y aquí formaron sus familias” ha dicho el obispo de Barahona, en la parte meridional de la isla dominicana, que luego ha añadido: “Algunos llevan 30 y 40 años residiendo en el país, con una familia formada. Algunos incluso tienen dos generaciones, hijos y nietos que han nacido aquí. Si esas personas llevan tanto tiempo en la Nación, y no saben nada de Haití, entonces son dominicanos”.
La sentencia de la Corte Constitucional puede afectar a más de 200.000 personas, según cifras oficiales. En la República Dominicana hay 524.632 inmigrantes residentes (el 5,4% de la población), de los cuales 458.233 nacieron en Haití. (CE) (Agencia Fides, 25/10/2013)
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