La Paz (Agencia Fides) – Se estima que aproximadamente 2.000 niños en Bolivia no tienen otra alternativa que vivir en las cárceles con sus madres que están cumpliendo sus condenas. La vida en la cárcel es el precio que pagan con sus madres. El gobierno ha comenzado a “liberar” a los que tienen más de 11 años a causa de los malos tratos que sufren. En la prisión de máxima seguridad de Miraflores, en el centro de La Paz, viven un centenar de prisioneras. Para evitar el aislamiento total de sus hijos, todos los días las maestras los llevan fuera.
En Miraflores, la mayoría de los niños tienen menos de 6 años, y hay muchos centros de todo el país en los que los adolescentes viven con sus padres en la cárcel. En Bolivia existe una amplia lista de denuncias de violencia contra los niños en prisión. Algunas de estas violaciones son cometidas por la misma familia de los niños. A menudo, las situaciones empeoran debido al abuso de alcohol y drogas. El Gobierno espera que para finales de año, la mayoría de estas jóvenes víctimas pueda salir de las cárceles del país. (AP) (24/10/2013 Agencia Fides)
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