Astana – “La revolución digital nos ha llevado a vivir en un mundo nuevo y lejano que no hemos podido mejorar: los problemas de la vida cotidiana 'normal' se han transportado, y quizás amplificado, en el espacio digital. Por eso, es importante utilizar las redes sociales con competencia y conciencia, distinguiendo entre lo útil y lo dañino y promoviendo una cultura de amistad y fraternidad”, ha dicho el p. Leopold Kropfreiter, SJM a la Agencia Fides, misionero de nacionalidad austriaca, Director de las Obras Misionales Pontificias en Kazajistán, sobre el uso consciente de los medios de comunicación digitales en el entorno social y cultural de Asia Central. En un mensaje enviado a la Agencia Fides, el misionero austriaco, dirigiéndose especialmente a los jóvenes, señala: “Debemos preguntarnos constantemente si nos comportamos correctamente cuando estamos online, recordándonos que nuestro 'vecino' en las redes sociales no es un número anónimo, sino una persona. San Francisco de Asís, que vivió en una época marcada por grandes crisis sociales, políticas y eclesiásticas, nos invita con su ejemplo a vivir según una nueva perspectiva que trasciende todas las fronteras, ideológicas y espaciales: en sus Admoniciones, define como 'bendito' el que ama y respeta al otro 'cuando esta lejos de él como cuando esta a su lado'. Estas sencillas y memorables palabras también pueden orientarnos en las relaciones digitales, amar y respetar a la otra persona si estuviera a nuestro lado”.
Según el p. Kropfreiter, los algoritmos que regulan las interacciones en las redes sociales podrían conducir a actitudes de cierre y “narcisismo digital”, a lo que es necesario responder con una cultura de apertura: “En la vida cotidiana constantemente nos encontramos con personas que son diferentes a nosotros, con frecuencia tenemos que discutir sobre las cosas y esta comparación puede enriquecer. En las redes sociales la situación es diferente: sabemos que los mecanismos matemáticos que las regulan nos sugieren amigos, grupos, organizaciones, anuncios que corresponden a nuestras preferencias. Nunca veremos perfiles que no reflejen nuestros gustos. El peligro es que se deje de lado la palabra 'social' y que nuestro grupo no sea más que nuestro yo ampliado, un espejo en el que solo vemos lo que nos gusta. Pero la verdadera comunicación, el diálogo, el respeto y la amistad sólo son posibles si somos capaces de ir más allá de nosotros mismos y abrirnos al mundo de los demás”.
El tema de la comunicación es muy importante para la Iglesia kazaja: representa una prioridad para la Conferencia Episcopal, que desde hace dos años ha creado un núcleo operativo encargado de narrar la vida de la Iglesia a través de medios innovadores. Precisamente en esta perspectiva, en las últimas semanas la Diócesis de Almaty, con el apoyo de la Pontificia Unión Misional, ha organizado el ciclo de webinars “Redes sociales para la evangelización en Asia Central”, con el objetivo de formar con competencia y conciencia en el uso de estos medios.
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