Caracas - La Comisión Permanente del Episcopado Venezolano ha publicado un comunicado sobre el derecho a la vida, titulado Grandes Valores Humanos, en la cual afirma: “ante la real posibilidad de imponer, por parte de una minoría, todo un nuevo ordenamiento legal que trastoque el sentido de la vida y se implante una nueva dimensión de la cultura de la muerte entre nosotros, elevamos nuestra voz de alerta en defensa de esos grandes valores humanos”.
En el texto, recibido también en la Agencia Fides, los obispos reiteran que “en todo momento que todo ser humano debe ser respetado en su dignidad, de dónde brotan sus derechos, en especial el más fundamental de todos, como lo es el derecho a la vida". En los últimos años, se ha buscado imponer en el mundo entero una mentalidad contraria al derecho a la vida y la integridad de la persona humana y de la familia a través de grandes campañas publicitarias provenientes de corporaciones internacionales, con el fin de imponer legislaciones a favor del aborto, de la eutanasia y de la ideología de género “apelando a un falso concepto de modernidad, inventando ‘nuevos derechos humanos’ y justificando posturas reñidas con el designio de Dios”.
“Venezuela no escapa a ello” lamentan los obispos, citando grupos y movimientos que se hacen eco de esta mentalidad contraria a la vida, che han encontrado un terreno fértil en algunos dirigentes de diferentes tipos de ideología política quienes han venido impulsando, desde hace algún tiempo, la posibilidad de promover leyes que aprueben ese tipo de acciones, a pesar de que estamos abrumados por la pandemia del Covid-19. El pueblo venezolano siempre ha sido amante de la vida, como se expresa en la Constitución Nacional y el ordenamiento jurídico, que defiende la vida humana, promueve la unidad de la familia y la dignidad de los seres humanos.
Por ello, los obispos lanzan un llamamiento: “A todos los fieles católicos y personas de buena voluntad, los invitamos a hacer sentir su voz y a unir esfuerzos en todos los sentidos para impedir que estas leyes se aprueben en nuestro país”. Además, manifiesta su apoyo a todos los sacerdotes, diáconos, miembros de los Institutos de Vida Consagrada, al laicado, a los diversos grupos “pro vida”, a la pastoral familiar y personas de buena voluntad, para que continúen “realizando acciones de concientización en medio de la población”, con “decisión y perseverancia”, anunciando el Evangelio de la Vida, con el fin de “impedir la aprobación de aquellas leyes que, alejadas de la centralidad de la persona, terminen imponiendo una cultura de la muerte, alejada de nuestra fe y de nuestro sentir solidario”.
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