Baghdad – El gobierno iraquí adoptará un paquete de medidas para proteger las propiedades inmobiliarias de los cristianos que han abandonado el país, y para evitar que sus hogares y sus tierras cambien de propietario de manera ilegal durante su ausencia. Esta nueva normativa ha sido anunciada por el Ministerio iraquí de Justicia, Haidar al-Zamili, con una declaración en la que proporciona algunos detalles sobre las medidas en cuestión. En particular – se lee en el comunicado enviado a la Agencia Fides – se establecerá un control más estricto sobre las compra-ventas y sobre el cambio de propiedad de los inmuebles pertenecientes a los cristianos, para impedir fraudes y posibles expropiaciones no autorizadas. En caso de venta, las negociaciones se llevarán a cabo directamente por el dueño de la propiedad o por un delegado que pertenezca a su familia. Los procedimientos de transacción de la propiedad deberán ser certificadas con los certificados emitidos directamente por el vendedor y el comprador.
En los últimos años, especialmente en Bagdad y en la zona de Kirkuk, muchos terrenos y casas pertenecientes a cristianos que han emigrado al extranjero han sido robadas ilegalmente a sus legítimos propietarios a través de la producción de documentos legales falsos, haciendo que sea imposible recuperar las propiedades a sus legítimos dueños. El fenómeno ha conseguido afianzarse gracias a la colusión y cobertura de funcionarios corruptos y deshonestos, puestos al servicio de los fraudes individuales y grupos de estafadores organizados.
El robo “legalizado” de las propiedades de las familias cristianas – documentado con casos e incidentes referidos en particular por el sitio ankawa.com - es un efecto secundario del éxodo masivo de cristianos iraquíes, tras la intervención militar liderada por Estados Unidos para derrocar al régimen de Saddam Hussein. Los estafadores se apoderan de las viviendas y bienes que han quedado vacías, contando con la fácil predicción de que ninguno de los propietarios volverá para reclamar la propiedad. El 13 de julio, el patriarca Louis Raphael hizo un llamamiento público a las autoridades políticas e institucionales del país, exigiendo al gobierno una mayor protección contra las bandas de delincuentes que arremeten contra las propiedades y contra las personas.
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