Plan Grande - Una pequeña comunidad de pescadores de la costa atlántica de Honduras se ha convertido en líder en la gestión de las energías renovables, desarrollando protocolos propios de consumo y tutela de los bosques, dejando de un lado las velas y la energía “sucia” y cara. Se trata de los aproximadamente 500 habitantes de Plan Grande, un pueblo en el municipio de Santa Fe, en el departamento de Colón, al que se llega sólo en barco. Pero primero hay que conducir unos 400 km en coche desde Tegucigalpa por caminos difíciles hasta llegar a las comunidades del Río Coco. Al día siguiente se toma un barco que en 20 minutos lleva al pueblo.
La pesca y la agricultura son las únicas fuentes de empleo de los habitantes, de ahí la importancia de la electricidad. Antes al no poder mantener el pescado fresco, se veían obligados a venderlo de forma rápida y barata. Sólo en 2004 consiguieron tener electricidad por primera vez. Se trataba de energía térmica disponible sólo tres horas a la semana por casa con precios prohibitivos. Gracias a los nuevos protocolos y el racionamiento de los horarios, ahora pueden usar ventiladores, refrigeradores, ver la televisión.
El cambio del tipo de fuente de energía ha aportado grandes beneficios al reducir los costos a la mitad con respecto a antes y aumentando su uso. La mini central hidroeléctrica de Plan Grande se encuentra a 2,5 kilómetros del centro de la aldea y se puede llegar por caminos que se cruzan a pie, en medio de un bosque de 300 hectáreas que rodean el río Matías, del que se suministra. La planta genera 16,5 kilovatios/hora de energía eléctrica. Los habitantes de Plan Grande han desarrollado un proyecto de conservación para la protección de las fuentes de agua y han instalado cámaras de vigilancia para comprobar si alguien va a cortar árboles o para identificar el tipo de fauna.
En Honduras hay casi 9 millones de personas, con una demanda de energía que se estima en unos 1.375 megavatios por hora. La energía proviene de cuatro fuentes: hidráulica, térmica que es la principal, eólica y biomasa. Hasta 2010 la matriz energética del país era del 70% térmica y del 30% renovable. Desde 2013, la tendencia ha comenzado a cambiar y la energía térmica actualmente representa el 51% del total, mientras que el resto es renovable.
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