Kinshasa – “La situación de seguridad en nuestro país, especialmente en la parte oriental, sigue siendo peligrosa y agravada por la presencia de grupos armados que el Ejército Nacional, apoyado por MONUSCO , no consiguen erradicar. Las masacres de poblaciones, secuestros y desplazamientos de personas en Kivu del Norte e Ituri, y recientemente el despreciable asesinato del Embajador de Italia en la República Democrática del Congo con su guardaespaldas y el chofer, lo demuestran ampliamente” afirman los obispos miembros del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Nacional del Congo , en el mensaje publicado al final de su reunión, celebrada en Kinshasa del 22 al 25 de febrero.
Recordando a las víctimas de la emboscada en la que perdieron la vida el embajador de Italia en la República Democrática del Congo, Luca Attanasio, el carabiniere de escolta, Vittorio Iacovacci y el conductor congoleño Mustafa Milambo, el pasado 22 de febrero, los obispos ofrecen sus condolencias al estado italiano, a las familias y parientes de los difuntos, y confían sus almas al Señor para el descanso eterno.
“Impulsados por la preocupación pastoral por nuestros hermanos y hermanas heridos por atrocidades recurrentes en la región oriental del país, hemos enviado una misión conjunta de escucha y consuelo de la Asociación de Conferencias Episcopales de África Central y de la CENCO a las diócesis de Butembo-Beni en Kivu del Norte y Bunia en Ituri” recuerda el mensaje enviado a Fides. “Estamos profundamente entristecidos por la información recibida y por la brecha entre las promesas hechas y la realidad que viven las poblaciones de estos países golpeados por grupos armados. A partir de esta información, la CENCO está preparando una comunicación y una ayuda concreta”.
Entre los otros temas abordados por el Comité Permanente se encuentra la pandemia de Covid-19. “Como todos los países del mundo, la República Democrática del Congo sufre los efectos negativos de Covid-19. Si bien damos gracias a Dios por habernos salvado de lo peor que se temía debido a la precariedad de nuestro sistema de salud, nos preocupa la negación de la realidad por parte de la mayoría de nuestros compatriotas, con la relajación casi generalizada de la observación de las medidas de distanciamiento fuertemente recomendadas por las autoridades sanitarias”, denuncian los obispos, que por otro lado acogen con satisfacción la reapertura de escuelas y universidades a partir del 22 de febrero.
Además, “la Iglesia católica, que garantiza la educación gratuita en el 98,8% de sus escuelas, sigue estando disponible para colaborar con el Estado congoleño para una buena gestión de la educación y para la consolidación y sostenibilidad de la educación básica gratuita”.
Tras estigmatizar la degradación del respeto a los derechos humanos fundamentales , los obispos invitan a los “fieles y hombres de buena voluntad a no hundirnos en el desánimo y no sucumbir al fatalismo ante los múltiples desafíos de nuestro país, sino a dirigirnos al Señor que viene en nuestra ayuda en los momentos de tribulación”.
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