ASIA/UZBEKISTÁN - Un oratorio, lugar de conocimiento y anuncio del Evangelio
Samarkanda - El oratorio como lugar de encuentro, conocimiento, juego, relaciones humanas, socialización positiva, alegría y anuncio del Evangelio. Con este espíritu, los sacerdotes del Instituto del Verbo Encarnado de Samarcanda han montado un pequeño oratorio en la iglesia de San Juan Bautista y han instalado un campo de fútbol, baloncesto y voleibol en la zona exterior adyacente a la parroquia. Se espera que especialmente los niños y los jóvenes puedan acercarse y conocer la realidad de la comunidad. Así lo cuenta a la Agencia Fides el párroco p. Ariel Álvarez Toncovich: “Junto a nuestra iglesia había un espacio grande y vacío, así que decidimos instalar porterías de fútbol, una red de voleibol, dos canastas de baloncesto y otros juegos para los niños. El objetivo es dar vida al oratorio según el estilo de Don Bosco, un aspecto de la pastoral muy querido por el carisma del Instituto del Verbo Encarnado. Don Bosco decía que para acercarse a los más jóvenes es necesario darles algo que hacer: la oración debe ser la actividad principal, pero no exclusiva. Por eso, es útil comenzar con propuestas educativas que pasen por el juego y el deporte, pero siempre con el acompañamiento de los religiosos: así puede nacer la amistad entre los niños y los sacerdotes y es precisamente a través de la amistad como se puede hablar a los niños de Dios. Nuestra parroquia estaba un poco vacía en este sentido, así que nos comprometimos a dar a los niños algo que hacer cuando vinieran a visitarnos para rezar”.
Tras ocho años de misión en Kazajstán, el p. Álvarez fue enviado a Samarcanda junto con su hermano de comunidad, el p. Paolo Giacinti, para relanzar la labor pastoral en la parroquia local, que lleva tiempo sin sacerdote. A través de las actividades dirigidas a los niños, los dos religiosos esperan poder acercar a sus familias: “Sabemos que en Samarcanda hay muchos católicos que no vienen a la iglesia porque durante algunos años las actividades se suspendieron casi por completo, ante la falta de un sacerdote permanente. Con estas actividades esperamos atraer a estas personas y hacer que se impliquen más los que acuden a la parroquia de forma más bien fría y distante”.
Las estructuras dedicadas al juego, además, pueden ser una herramienta útil para el apostolado. El p. Álvarez explica a este respecto: “La cancha está oficialmente reservada a los feligreses, pero hace unos días unos chicos no católicos nos pidieron jugar al baloncesto. Aceptamos y fue una oportunidad para hablar con ellos y darnos a conocer. Probablemente, esto en otras realidades representaría una pequeñez, pero para nosotros es una oportunidad muy grande de darnos a conocer a los chicos, pasar tiempo con ellos, educar y evangelizar”.
Además de Samarcanda, hay otras cuatro parroquias en Uzbekistán y unas 3.000 personas bautizadas. Hay unas 700 en la capital, Tashkent, y otras en Bujara, Urgench y Fergana. En Angren, donde se proyecta construir una nueva iglesia, hay 25 fieles. La población de Uzbekistán, de 30 millones de habitantes, es musulmana en un 90%. Alrededor del 3,5% son cristianos ortodoxos rusos, mientras que otro 3% comprende pequeñas comunidades cristianas de otras confesiones, incluidos los católicos.
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