Bangui - Un joven colaborador misionero es la única víctima de la explosión de una mina que estalló bajo el coche de la Misión Católica de Niem – “El p. Arialdo Urbani había ido con uno de sus colaboradores a la aldea de Service Kolo, para visitar la escuela gestionada por la misión”, informa a la Agencia Fides Su Exc. Mons. Mirosław Gucwa, obispo de Bouar. “Al preparar el regreso a Niem, otro colaborador de la Misión, el joven responsable del dispensario del pueblo, había pedido que le llevaran a visitar a su hermana, que está ingresada en el hospital de la Misión. A pesar de las advertencias de padre Arialdo al joven sobre el riesgo de las minas en la carretera, insistió en pedir que le llevaran”.
“Desgraciadamente -continúa el obispo- a 10 km de Niem, cerca de la aldea de Zakau, el coche de la misión saltó sobre la mina, y este joven murió. El otro colaborador de la misión sufrió heridas leves, mientras que el p. Arialdo, que conducía, tiene algunas heridas más graves pero no corre peligro de muerte. Está en el hospital de la Misión y estamos estudiando si pedir a la MINUSCA un helicóptero para trasladarlo a Bouar”.
“Afortunadamente, el artefacto que impactó en el coche de los misioneros era de una potencia relativamente débil, si hubiera sido una mina antitanque ahora lloraríamos por tres víctimas”, dice Mons. Gucwa, según el cual el de los misioneros es el tercer coche que estalla por una mina en la carretera entre Niem y Kolo. “El primero en ser golpeado fue el coche de un comerciante, que sobrevivió, el segundo un coche en el que viajaban rusos”, recuerda el obispo.
Según la prensa local, los habitantes de la región acusan de estos episodios tanto a los rebeldes de la Coalición de Patriotas por el Cambio como a los mismos mercenarios rusos que operan en Centroafrica.
La Misión Católica de Niem pertenece a la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús de Betharram , llamada hasta 2011 Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús de Betharram.
“Los padres betharramitas están en Niem desde hace 30 años”, recuerda monseñor Gucwa. “Además del p. Arialdo, que es párroco y se ocupa de las escuelas, está el p. Tiziano Pozzi, que es médico y se ocupa del hospital y los dispensarios de los pueblos, y el p. Marie-Paulin, que es el segundo religioso betharramita de Centrafrica. La misión gestiona un pequeño hospital en Niem, con un quirófano y una sala de maternidad, además de una guardería y una escuela primaria, a la que asisten también varios estudiantes musulmanes. Además, hay escuelas primarias de la misión en varios pueblos de la zona”.
Además de los misioneros, están las Hermanas Franciscanas Misioneras del Sagrado Corazón, presentes en la República Centroafricana desde 1989, que trabajan en dos comunidades : en la asistencia sanitaria; en la alfabetización temprana; en el servicio de animación rural en muchos pueblos; en la promoción de la mujer, también con un instituto técnico profesional para mujeres.
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