Maputo - El ataque del 24 de marzo a la ciudad de Palma ha agravado la ya grave situación humanitaria en la provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique. Antes del ataque a Palma, más de 696.200 personas ya estaban desplazadas internamente en el norte de Mozambique. Esto supone un aumento de unos 28.000 desplazados desde finales de 2020, según la Organización Internacional para las Migraciones .
Según la organización humanitaria, se prevé que unas 900.000 personas se enfrenten a una grave crisis alimentaria entre Cabo Delgado, Niassa y Nampula antes de la cosecha de abril a septiembre. El conflicto, que provoca el continuo desplazamiento de los habitantes, ha interrumpido las actividades agrícolas y ha paralizado los mercados y las actividades pesqueras, ya que las comunidades de pescadores se han visto obligadas a refugiarse lejos de la costa, especialmente en los distritos del norte de la provincia. Además, se cree que las cosechas en las zonas costeras e intermedias de las provincias de Cabo Delgado y Nampula serán inferiores a la media debido a la irregularidad de las lluvias, las temperaturas anormalmente altas y los daños causados por plagas como la Spodoptera frugiperda.
Para alojar a los desplazados internos, el gobierno estableció un centro de tránsito en el Complejo Deportivo de Pemba, con capacidad para alojar a unas 400 personas. Con la llegada de varias embarcaciones de refugiados durante el pasado fin de semana, el número de personas que residen en el centro se elevó a 213, entre ellas ancianos, personas con discapacidad y mujeres embarazadas.
Además de las organizaciones internacionales y de la sociedad civil, la Iglesia católica también participa en la ayuda a los desplazados.
La archidiócesis de Nampula ha puesto en marcha un proyecto de construcción de 200 casas para alojar a los miles de desplazados que actualmente alberga la archidiócesis en tiendas de campaña.
Las 200 familias, que suman unas 3.170 personas, han huido en su mayoría del ataque del 24 de marzo en Palma. La ciudad ha sido retomada oficialmente por las fuerzas gubernamentales de manos del grupo de yihadistas que se han declarado partidarios del Estado Islámico. Pero fuentes locales informan de atentados en los alrededores de la ciudad e incluso se teme que el próximo objetivo de los yihadistas pueda ser la ciudad de Pemba, sede de la diócesis del mismo nombre, en cuyo territorio se encuentra Palma. Por último, cabe recordar que los yihadistas controlan la ciudad portuaria de Mocímboa da Praia desde el pasado agosto.
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