Roma - Cuando se dice que Palestina es Tierra Santa, hay que añadir que “no existe Tierra Santa sin cristianos”, y que las Autoridades palestinas consideran a los cristianos como “parte integrante, esencial y consistente del pueblo palestino, independientemente de cual sea el porcentaje de cristianos en Palestina”. Así lo ha subrayado Riyad al Maliki, Ministro de Asuntos Exteriores del Estado de Palestina, enumerando a este respecto algunas medidas institucionales adoptadas por las Autoridades Palestinas con la intención de contrarrestar la progresiva erosión numérica del componente cristiano de la sociedad palestina: “Nosotros -explica el Ministro en una entrevista exclusiva concedida a la Agencia Fides- no vemos a los cristianos como una comunidad separada. Estaban en Palestina antes que los musulmanes. Así que, en términos de ‘antigüedad’, por así decirlo, preceden a los musulmanes en Palestina”. A estas consideraciones, el representante del gobierno palestino atribuye también la decisión de aumentar de 5 a 7 el número mínimo de escaños reservados a los ciudadanos cristianos en el futuro Parlamento de Palestina : “Los cristianos - explica Al Maliki - son un componente esencial del pueblo palestino. Aunque representen menos del 7%, se les concederán al menos 7 escaños en el Parlamento para mostrar nuestro deseo de ver el regreso de los cristianos que han emigrado, por lo que se ha decidido que estén sobrerrepresentados en la asamblea parlamentaria”.
De hecho, en la sociedad palestina no han faltado signos de intolerancia hacia los cristianos, incluso recientemente. En diciembre , en la Franja de Gaza, el partido islamista palestino Hamás había dado instrucciones a los musulmanes para que limitaran su “interacción” con las celebraciones cristianas de Navidad. “Este tipo de planteamiento”, reitera categóricamente el ministro Al Maliki, “es algo que no aceptamos, y no forma parte de nuestra cultura, nuestra tradición y nuestra historia... Por este motivo, muchos líderes religiosos y no religiosos han expresado su desacuerdo con ese pronunciamiento en otras partes de Palestina, y Hamás acabó retirándolo”. “Para nosotros - añade el Ministro-, lo que cuenta es lo que hace el Presidente Mahmud Abbas. Él, que es musulmán, participa en las misas de Navidad. Lo que hace el Presidente refleja lo que debería hacer Palestina. El nuestro es un mensaje de convivencia y hermandad, pertenecemos a la misma familia, donde uno es cristiano y otro es musulmán. No se puede jugar con la composición de la sociedad palestina. Y para nosotros”, continua el representante del gobierno palestino, “el cristianismo es un componente esencial. Por ello, un decreto presidencial establece que el alcalde de Belén debe ser siempre cristiano, y también el de Ramala, y lo mismo ocurre con Beit Sahour, y Beit Jala... independientemente del porcentaje de cristianos que viven y vivirán en esas ciudades”.
Sobre la condición de los cristianos en Palestina y en todo Oriente Medio, el ministro Al Maliki pudo hablar el jueves 6 de mayo en Roma con el arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario del Vaticano para las relaciones con los Estados. “Con la Santa Sede - informa el Ministro a Fides -, queremos subrayar la importancia de nuestras relaciones bilaterales, y también hablar de la situación en Jerusalén, donde están aumentando los ataques a las mezquitas e iglesias, y los intentos de impedir el acceso de musulmanes y cristianos a sus lugares de culto”. Con los representantes del Vaticano, Al Maliki también abordó otros temas, como “el crecimiento mundial de las sectas evangélicas”, un fenómeno que “también debería preocupar a la Iglesia católica, y que nos preocupa a nosotros como palestinos, dada su orientación anti-palestina”.
La visita de Al Maliki a Roma se ha realizado en el marco de una gira europea emprendida por el ministro palestino para reunirse, entre otros, con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Luigi Di Maio. La visita de Al Maliki tenía como objetivo comprobar qué pueden hacer las instituciones y los países europeos “para presionar a Israel para que permita que las próximas elecciones palestinas se celebren también en Jerusalén, y no sólo en Cisjordania y la Franja de Gaza”. Las Autoridades Palestinas han aplazado las elecciones generales -que debían celebrarse el 22 de mayo- después de que Israel rechazara la petición de abrir las urnas en Jerusalén. Los ministros de Asuntos Exteriores de los países de la Unión Europea se reunirán el próximo lunes, “y nosotros -explica Al Maliki- esperamos que la cuestión se plantee en esa reunión, para poder ejercer una presión colectiva sobre Israel, y permitir que las elecciones palestinas se celebren en Jerusalén”. Palestina no vota desde 2006, y algunos observadores han señalado que las autoridades palestinas, ante la negativa israelí, podrían haber encontrado soluciones alternativas para recoger los votos de los palestinos en Jerusalén. “Pero Jerusalén - responde el ministro Al Maliki -, está en Jerusalén, y no está en Ramallah.... Y esto no es una cuestión técnico-administrativa. Está relacionado con la cuestión del estatus de Jerusalén, que forma parte de los Territorios Palestinos Ocupados. Hay quienes dicen: por qué no ponen los colegios electorales en consulados, embajadas, oficinas de la ONU, o incluso en iglesias y mezquitas... pero esto - continúa explicando el Ministro -, no es aceptable. Todo el tema de las elecciones tiene que ver con Jerusalén, celebrar elecciones sin Jerusalén, significa aceptar lo que dijo Donald Trump, y que Jerusalén es la capital eterna e indivisa de Israel. Se trata de una cuestión política, no de una cuestión técnica. Llevamos 15 años sin elecciones, podemos aplazarlas unos meses más, pero no podemos dejar de lado la cuestión de Jerusalén”. En anteriores elecciones palestinas, recuerda el ministro, también se abrieron colegios electorales en Jerusalén Este, porque “existe un acuerdo firmado en Washington en 1995, y en ese acuerdo Israel aceptaba la celebración de elecciones palestinas en todos los territorios palestinos, incluida Jerusalén”. Luego los israelíes escucharon lo que dijo Trump, y ahora dicen que si permiten que las elecciones palestinas se celebren en Jerusalén, eso equivaldría a dar Jerusalén Este a los palestinos”.
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