La Habana - “En este momento, como Pastores, nos preocupa que la respuesta a estos pedidos sea la inmovilidad que contribuye a dar continuidad a los problemas, sin resolverlos. No solo vemos que las situaciones empeoran, sino que también vamos avanzando hacia una rigidez y un endurecimiento de las posiciones que podrían generar respuestas negativas, con consecuencias impredecibles, que nos perjudicarían a todos ": estas son las palabras de los obispos cubanos, enviadas a Fides, tras las protestas de la población el domingo 11 de julio, provocadas por la trágica situación social y económica en la que vive el país sin que las autoridades reaccionen.
Continúa el texto de los Obispos: "No se llega a una solución positiva por imposiciones, ni invocando la confrontación, sino que cuando se ejerce la escucha mutua se buscan acuerdos comunes y se dan pasos concretos y tangibles que contribuyan, con la ayuda de todos los cubanos sin exclusiones, para construir la patria 'con todos y por el bien de todos'. Este es el país que queremos ”.
Las manifestaciones callejeras que tuvieron lugar el domingo 11 y lunes 12 de julio en las principales ciudades del país, con enfrentamientos con la policía y numerosas detenciones, fueron provocadas por la exasperación de la gente, que decidió protestar por las dificultades en la búsqueda de alimentos, debido a la subida de precios, el agravamiento de la pandemia y la falta de democracia. Las principales agencias de noticias informan que para el gobierno cubano que encabeza Miguel Díaz Canel, se trata de una maniobra estadounidense para "desestabilizar" la isla.
La Iglesia local, a través de la Conferencia Episcopal, comprende la situación y señala las responsabilidades del gobierno, que ha tratado de tomar medidas para paliar estas dificultades, sin embargo "las personas tienen derecho a expresar sus necesidades, deseos y esperanzas y, al mismo tiempo, poder expresar públicamente cómo algunas medidas tomadas les están golpeando duramente ”.
En la conclusión de la declaración, los obispos citan al Papa Francisco, recordando que "las crisis no se superan con el enfrentamiento, sino buscando el entendimiento", luego advierten: "la violencia genera violencia, la agresión de hoy abre heridas y alimenta los resentimientos futuros que luego tomará mucho tiempo para superar ”. Por ello invitan a todos "a no favorecer la situación de crisis, sino con serenidad de ánimo y buena voluntad, a ejercitar la escucha, la comprensión y una actitud de tolerancia, que tenga en cuenta y respete al otro, a buscar juntos soluciones justas y adecuadas".
La Conferencia de Religiosos de Cuba también se expresó sobre la situación cubana: “Como consagrados, vivimos estos hechos desde la perspectiva de la fe, y reconocemos también la voz de Dios en esas demandas del pueblo. los que salen a las calles no son criminales, son gente común de nuestras ciudades que han encontrado la manera de expresar su descontento ”. Luego propusieron "cinco puntos que nos parecen fundamentales para superar la difícil situación actual y construir la fraternidad entre todos": el derecho legítimo y universal de todo ciudadano a expresar sus reclamos de manera ordenada y pacífica; la pronta liberación de todos los encarcelados injustamente; el derecho a la información y comunicación que haya sido vulnerado o por interrumpir la conexión de teléfonos móviles y bloquear redes sociales; evitar caer en la trampa de la violencia; escucharse unos a otros para remediar las causas que dieron origen a estas manifestaciones.
Hasta ayer, como parte de las protestas se denunciaba la detención arbitraria de al menos 115 personas, entre ellas periodistas independientes, que informaron de los hechos en Cuba. Las primeras imágenes, difundidas en las redes sociales, mostraban a miles de manifestantes exigiendo "libertad" en las calles, mientras que el gobierno llamó a combatir lo que denominó "provocaciones" con la intervención de brigadas rápidas formadas por paramilitares organizadas por el mismo gobierno.
La protesta masiva fue provocada por las comunicaciones por internet entre ciudadanos, quienes dieron a conocer en todas las provincias del país lo que sucedía en la capital, alimentando el espíritu de rebelión en todas partes, por lo que el gobierno bloqueó internet y las redes sociales. El año pasado Cuba parecía poder controlar la pandemia de Covid-19, pero las infecciones descontroladas han empeorado las condiciones de la gente, que se queja de la falta de medicinas y médicos. El sitio web del Ministerio de Salud de Cuba afirma que el país, de 11 millones de habitantes, tiene ahora más de 32.000 casos activos de Covid-19. El domingo 11 reportó 6,923 casos diarios y 47 muertes, superando el dato del viernes pasado. Según el gobierno, solo el 15% de la población está completamente vacunada.
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