Roma - Acoger, proteger, promover e integrar: los 4 verbos sobre migración que propone el Papa Francisco se resumen en Chaire Gynai , un proyecto deseado por el propio Papa y asumido por la Congregación de las Hermanas Misioneras Scalabrinianas. Es un camino de integración para las mujeres migrantes, refugiadas y sus hijos que cumplió su primer año de actividad el 1 de junio, la fiesta litúrgica del Beato Giovanni Battista Scalabrini .“Es un proyecto de basado en acoger, proteger, promover e integrar para propiciar en las usuarias un recorrido autónomo propio, un proceso de ciudadanía e inclusión social, ayudándolas a superar el miedo con esperanza”, explica la Hermana Eleia Scariot, la religiosa scalabriniana coordinadora del proyecto. Varias inmigrantes han pasado este año en las dos casas de Chaire Gynai en Roma, algunas de las cuales ya han completado recorrido y ya han abandonado estos hogares. Ahora trabajan y están integradas en la ciudad de Roma.
“Vemos los frutos de este proyecto y estamos contentas, dice la hermana Neusa de Fátima Mariano, superiora general de las Scalabrinianas. Es un año lleno de agradecimiento para los voluntarios, las instituciones y para todas las congregaciones que participaron en un proyecto que para nosotras era un sueño que se ha hecho realidad”. “Es un privilegio llevar a cabo este proyecto con una profunda acción de comunión”, dijo la hermana Barbara Louise Staley, superiora de las hermanas misioneras del Sagrado Corazón de Jesús.
Chaire Gynai es un proyecto realizado con la colaboración de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, la UISG, la Oficina de Migrantes de la Diócesis de Roma y gracias al apoyo del Instituto de las Hermanas Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús que han puesto a disposición sus estructuras y todo el compromiso necesario para su realización.
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