Kinshasa - El presidente saliente, Joseph Kabila, ha recibido algunos reconocimientos internacionales importantes, mientras se avecina el vencimiento de su mandato según el Acuerdo de San Silvestre firmado el 31 de diciembre de 2016. Según los acuerdos, Kabila debería haber dejado el poder para fines de 2017, momento en que se tenían que celebrar las elecciones presidenciales programadas inicialmente en diciembre de 2016.
Las nuevas elecciones presidenciales se llevarán a cabo el 23 de diciembre de 2018 según lo declarado el 5 de noviembre por la Comisión Electoral Nacional Independiente . El anuncio de la CENI tuvo lugar poco después de la visita a Kinshasa del embajador de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, que impuso un ultimátum a las autoridades de la República Democrática del Congo: elecciones para 2018; de lo contrario, Washington habría congelado la ayuda a la República Democrática del Congo
“Al proponer la fecha límite del 2018, Nikki Haley ha ofrecido a las autoridades congolesas y en una bandeja de oro, lo que esperaban: un segundo año de poder para el presidente Kabila, cuyo segundo y último mandato presidencial finalizó el 19 de diciembre de 2016”, afirma una nota enviada a la Agencia Fides por la Red paz para el Congo. “Si el acuerdo del 31 de diciembre de 2016 ya había respaldado oficialmente una primer aplazo de las elecciones a diciembre de 2017, Nikki Haley ha aprobado su segundo aplazamiento al 2018. La embajadora de EE. UU. sólo parece haber satisfecho una parte, la de la mayoría presidencial, ignorando la otra parte, la de la oposición, a quien solo le queda la opción de pedir la dimisión de Joseph Kabila, responsable principal, según sus opositores, del estancamiento en que se encuentra actualmente el proceso electoral”.
El acuerdo de San Silvestre fue mediado por obispos congoleños, cuya delegación se reunió el 27 de octubre con el embajador de Estados Unidos. Según una declaración de la CENCO recibida en la Agencia Fides, los Obispos pidieron a Nikki Haley: “ayudar al pueblo congoleño a completar el proceso electoral dentro de un plazo razonable y que sea aceptado por todas las partes involucradas; obtener de los políticos el respeto efectivo de la Constitución y la plena implementación del acuerdo del 31 de diciembre de 2016; recomendar a la Comisión Electoral la publicación rápida de un calendario electoral realista y preciso, que permita elecciones creíbles, transparentes y pacíficas; solicitar al Jefe de Estado un compromiso explícito de no volver a presentarse a las próximas elecciones; obtener de las altas autoridades del Estado, civiles y militares, el cese de la represión de las manifestaciones pacíficas y las graves violaciones de los derechos humanos, y el respeto de los principios democráticos; alentar al Gobierno a que continúe aplicando de forma clara las medidas de pacificación del clima político previstas en el acuerdo del 31 de diciembre de 2016, ya que son un requisito previo esencial para el inicio de un proceso electoral pacífico; hacer todo lo posible para garantizar que el grupo de expertos nominado en la 72 Asamblea General de las Naciones Unidas tenga un poder operativo dentro de la Comisión Electoral”.
La extensión del mandato presidencial de Kabila de más de dos años, está creando fuertes tensiones en el país. La oposición y la sociedad civil amenazan con organizar manifestaciones en las calles para obligar al presidente a dimitir.
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