Ciudad del Vaticano - “Hoy, en Sudáfrica es proclamado beato Samuel Benedict Daswa, padre de familia, asesinado en 1990 - hace tan sólo 25 años - por su fidelidad al Evangelio – lo ha recordado así el Papa Francisco durante el Ángelus del domingo 13 de Septiembre -. En su vida demostró siempre gran coherencia, asumiendo valientemente actitudes cristianas y rechazando hábitos mundanos y paganos. Que su testimonio ayude especialmente a las familias a difundir la verdad y la caridad de Cristo. Y su testimonio se une al testimonio de tantos hermanos y hermanas nuestros, jóvenes, ancianos, chicos, niños perseguidos, expulsados, asesinados por confesar a Jesucristo. A todos estos mártires, a Samuel Benedict Daswa y a todos ellos, les agradecemos por su testimonio y les pedimos que intercedan por nosotros”.Benedicto Daswa nació el 16 de junio de 1946 en el pueblo de Mbahe en una familia que no era cristiana, por lo que fue bautizado a los 17 años. Fue maestro de escuela primaria y luego director, además de entrenador del equipo de fútbol de los muchachos. A los 30 años se caso y posteriormente tuvo ocho hijos, la última de los cuales nació unos meses después de su muerte. Estaba comprometido en su parroquia como catequista y animador de la liturgia, cuando en 1990, una tormenta golpeó su pueblo y muchas chozas se quemaron por los rayos. Los jefes de las aldeas, considerando el fenómeno natural el resultado de brujería, deciden contratar a un chamán, para identificar a las personas responsables del sortilegio. Benedict se opone firmemente en nombre de su fe, tratando de convencer a los demás. Una semana más tarde cae en una emboscada y un grupo de aldeanos lo ataca y lo asesina salvajemente mientras reza en voz alta hasta el final.
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