Saint John’s – La tormenta tropical Erika que ha arrasado en los últimos días el Caribe y ha afectado en particular, el estado de Dominica, ha traído muerte y devastación. Dispersos, casas, puentes y carreteras destruidos, el aeropuerto está cerrado. Todavía no ha sido posible realizar una evaluación general de los daños porque varias zonas están completamente aisladas. El 80% del país y muchas de las iglesias han sido destruidas. Padre George Williams, Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias de las Antillas, comunica a Fides: “debido a los daños sufridos, en muchos pueblos muchas familias han sido desplazadas después de que sus casas quedasen arrasadas por las lluvias torrenciales. Además hay muchos niños que han sido arrastrados por las aguas”.Desde la Diócesis de Roseau, el Director Nacional de las OMP ha recibido una lista de bienes esenciales indispensables para la supervivencia de la población. Agua potable, alimentos no perecederos, leche en polvo y pañales para niños, medicinas, desinfectantes, ropa, sábanas y mantas.
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